Esperamos con María
Semana Santa
UN RATO DE ORACIÓN PARA QUEDARTE EN…
“CASA CON DIOS Y EN FAMILIA”
INTRODUCCIÓN
También ahí, donde estás, podes atravesar con Jesús esta Semana
Santa. Queremos ayudarte a que te encuentres con Él y te dejes transformar un
año más por su muerte y su resurrección.
Para eso, te queremos ofrecer
primero una sugerencia de “pasos para tu oración”, y en las páginas siguientes
un material de apoyo para cada día: Jueves Santo, Viernes Santo, Sábado Santo y
¡Domingo de Pascua!
¡Ánimo! Que el Espíritu está muy dentro, en vos y en tu casa... ahí
tu Dios cercano.
PASOS PARA CADA DÍA DE LA CELEBRACIÓN
0. Preparo la oración:
elegí un lugar tranquilo, podes preparar un cuadrito de Jesús, prender una vela
para la Virgen sobre un pequeño mantel…
1. Me pongo en presencia: me sereno y siento que Dios está conmigo. Empiezo mi oración con
la Señal de la Cruz. Puede ayudarte repetir de vez en cuando alguna frase breve
que te ayude a rezar -“Acá estoy”, o “Jesús, en vos confío”, “Me amó y se
entregó por mí”, etc.- o poner algo de música instrumental de fondo.
2. Propuestas para la oración: vas a encontrar distintas
oraciones, canciones y
“sugerencias” para la oración, inspiradas en el Evangelio del
Domingo (te puede ayudar ¡una Biblia!). Te recomendamos que los mires por
encima y elijas lo que más te guste para rezar un rato. Si quieres, podes tener
también varios momentos en la semana aprovechando una sugerencia para cada día.
Disfruta los puntos; no es cuestión de “completar” todo sino de
“saborear” dejando el corazón en lo que vaya rezando, y lo más importante,
abriéndome al encuentro con Dios.
3. Despedida: al
final, tomate algunos minutos para contarle a Dios lo que te llevas de este
encuentro, lo que le pedís o agradeces. Termina hablando con Jesús sobre tu
oración, al final podés cerrar con la señal de la Cruz.
Sábado Santo
1| ME PONGO EN PRESENCIA
Puedo comenzar mi oración
de hoy con un poco de silencio, o de música
instrumental, entrando en este tiempo de silencio y espera de
Dios, decantando la intensidad del Jueves y del Viernes Santo, esperando la
vida de la Pascua.
Me animo a quedar en
silencio unos minutos. Puedo prepararme con esta breve oración:
“La Palabra de Dios ya fue cumplida. El silencio
de Dios está a la espera del amor de los hombres, Y él quisiera que esa Palabra
fuera recibida, y en comunión de amor por siempre fuera plenitud de su don que
a todos diera.” Amén.
en casa
2| SUGERENCIAS PARA LA ORACIÓN
1- ¿Cómo se sienten las siguientes palabras? ¿Qué te resuena?:
“Desde hace algunas
semanas parece que todo se ha oscurecido, densas tinieblas han cubierto
nuestras plazas, calles y ciudades. Se fueron adueñando de nuestras vidas,
llenando todo de un silencio que ensordece y un vacío desolador que paraliza
todo a su paso. Se palpita en el aire, se siente en los gestos, lo dicen las
miradas. Nos encontramos asustados y perdidos.” (Papa Francisco, Bendición Urbi
et Orbi, 27 de marzo de 2020)
2- Leé y rezá con Jn. 19, 38-42 (La sepultura de Jesús).
Te invito a reflexionar un
poco juntos… Estos días especialmente, es un sentimiento que muchos de nosotros
tenemos a flor de piel: la vida en pausa. Sabemos que la vida de siempre nos
espera afuera, cuando todo esto pase. Sin embargo, nos toca atravesar este
momento, esta tiniebla, que no conocemos, que nos descoloca, que nos asusta
muchas veces. Sabemos que nuestras vidas, nuestras rutinas nos están esperando
ahí afuera cuando todo pase, pero al mismo tiempo, probablemente nada siga
totalmente igual a como lo dejamos.
con
Dios
Sábado
Santo
De la misma manera, este
sábado santo de silencio, debería ser la antesala de esa resurrección que
sabemos que nos espera mañana. Y probablemente, es la resurrección que celebramos
todos los años, que es la misma, pero también es diferente. Se renueva. Porque
el amor de Dios siempre trae novedad. Porque nosotros cambiamos. Porque la vida
en pausa muchas veces nos prepara para esos días de alegría explotada que nos
conmueven profundamente el corazón.
1-
Anímate, cerrá los ojos,
respirá profundo. Serénate en ese lugar tranquilo y hacé silencio en tu cabeza.
Cuando te sorprenda un pensamiento, déjalo pasar y volvé al silencio. Rezá y
volvé al silencio. Imagina la espera silenciosa de aquel que se prepara para
algo grande.
Pensá en
María, abandonando la tumba de Jesús. Su corazón, aunque triste, está lleno de
esperanza. Mirá cómo emplea la noche en oración. Observá el brillo de su rostro.
Cuando la realización de la Pascua amanece en su corazón y Cristo vuelve a estar
vivo para ella, trayéndole gozo y consuelo. María es esa presencia cercana que
confía y espera. Te invitamos a que pienses en qué aspectos de tu vida, Jesús
te invita a confiar más. Cuáles son las dudas más recurrentes. ¿En qué momentos
o situaciones la espera se hace más ardua y te cuesta confiar? Pedíle ayuda a
quienes acompañaron la sepultura de Jesús, que ellos te enseñen a esperar con
esperanza.
GESTO: Como gesto de este día podemos bendecir y encender una “vela”, en espera de la resurrección, en familia con la siguiente oración:
Podes escuchar la siguiente canción: https://www.youtube.com/watch?v=b2yLvl1QL80
GESTO: Como gesto de este día podemos bendecir y encender una “vela”, en espera de la resurrección, en familia con la siguiente oración:
«Oh Dios,
que por medio de tu Hijo has dado a tus fieles el fuego de tu luz, santifica (y
hace la señal de la cruz sobre el fuego) este fuego, y concédenos que la
celebración de estas fiestas de Pascua encienda en nosotros deseos tan santos
que podamos llegar con corazón limpio a las fiestas de la eterna luz. Por
Jesucristo Señor. Amén.»
Como símbolo de la “Luz de
Cristo, que resucita glorioso, disipa las tinieblas del corazón y del
espíritu”.
Después colocamos la vela encendida al lado de la Virgen María en
nuestro pequeño altar en donde venimos rezando estos días (si te animas,
mandanos una foto de la vela encendida en familia)
1- DESPEDIDA
Puedes
terminar esta oración, pidiéndole a Jesús, aprender a amar también el silencio.
A veces, cuando el misterio nos desborda, es mejor callar.
Te
invitamos a que cierres tu oración con un Ave María, agradeciendo a la Virgen
su espera silenciosa, y confiada, ejemplo para nosotros de permanecer en la fe,
humilde y serena.
Cerrá con la Señal de la Cruz.
ESCRIBO LO QUE
ME QUEDO DEL DÍA DE HOY: (Puede ser una pequeña reflexión, un dibujo, una foto,
un poema…. Lo que te surja de tu creatividad)
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