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sábado, 8 de agosto de 2020

SANTO DOMINGO DE GUZMÁN

ESTAMOS DE FIESTA PORQUE CELEBRAMOS EL DÍA DE NUESTROS PADRE...

SANTO DOMINGO DE GUZMÁN 

INTRODUCCIÓN:

            Hoy 8 de agosto, nosotros como parte de la gran familia dominica, celebramos junto con toda la Iglesia el día de nuestro padre Santo Domingo de Guzmán. Nos dejos una gran riqueza espiritual, “alabar, bendecir y predicar”, para nuestra historia y que hoy en nuestros días continúa dando frutos. Él con su fe, audacia, convicción, humildad fundo la Orden de los Predicadores (Frailes Dominicos, Hermanas Dominicas, y las fraternidades Dominicas).

    Porque no tener presente también a nuestra Madre Rosaura, inspirada por el Espíritu Santo, hace 125 años, quiso seguir el modo de vida de Santo Domingo.                                                       

Santo Domingo, predico la Palabra de Dios, nos enseñó un modo de orar, nos enseñó a rezar el Rosario, se dedicó al estudio, ejerció la caridad y denuncio las injusticias hacia los más pobres.

 Por este motivo les dejamos un vídeo en donde nos cuenta con más en detalles la vida nuestro amigo Santo Domingo de Guzmán…

“Ustedes son la sal de la tierra”

Han pasado 8 siglos, y Domingo, con su Familia Dominicana, sigue predicando como sal de la tierra y luz del mundo…”


Leemos la Buena Noticia según San Mateo (Mt 5,13 – 16)

     Ustedes son la sal de la tierra. Si la sal se vuelve insípida, ¿con qué devolverá su sabor? Solo sirve para tirarla y que la pise la gente.

Ustedes son la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad construida sobre un monte.

No se enciende una lámpara para meterla en un cajón, sino que se pone en el candelero para que alumbre a todos en la casa.

Brille igualmente la luz de ustedes ante los hombres, de modo que cuando ellos vean sus buenas obras, glorifiquen al Padre de ustedes que está en el cielo.

No piensen que he venido a abolir la ley o los profetas. No viene para abolir, sino para cumplir. Les aseguro que mientras dure en el cielo y la tierra, ni una letra, ni una coma de la ley dejará de realizarse.

Por tanto, quien quebrante el más mínimo de estos mandatos y enseñe a otros a hacerlos será considerado el más pequeño en el reino de los cielos. Pero quien lo cumpla y lo enseñe será considerado grande en el reino de los cielos.

Palabra de Dios

REFLEXIÓN:

¿Qué nos dice hoy un santo como Santo Domingo de Guzmán?


Juan Pablo II decía que “los santos prácticamente nunca envejecen, ni se convierten en personajes del pasado, en hombres o mujeres del ayer”. Al contrario, “son siempre los hombres y mujeres del mañana”, los hombres y mujeres del porvenir evangélico y de la Iglesia, los testigos del “mundo futuro”. Es decir, los santos son siempre actuales y aunque se realicen en unos tiempos y culturas determinadas, las trascienden de alguna manera y nos tocan a todos en ese nervio de eternidad que nos vertebra el alma. Nos dicen a todos algo, aunque nuestras circunstancias sean distintas a las suyas.

 Por eso, celebrar la fiesta de un santo no es solamente un recuerdo del pasado. Implica también el compromiso con el presente y nos exige una respuesta sobre la fidelidad a la gracia que nos fue dada con tanta generosidad. Domingo de Guzmán nos recuerda que en el corazón de la Iglesia debe arder siempre un fuego misionero, que empuja, como a él, a buscar nuevos horizontes en nuestras vidas, en nuestras relaciones humanas, en nuestros compromisos cristianos, donde estamos y donde vivimospara llevar el anuncio del Evangelio: ¡es Cristo, de hecho, el bien más precioso que los hombres y las mujeres de todo tiempo y de todo lugar tienen el derecho de conocer y amar! Y es consolador ver cómo también en la Iglesia de hoy son tantos los que, con alegría, comprometen su vida por este ideal: anunciar y dar testimonio del Evangelio, o con palabras dominicanas: “contemplar y entregar los contemplado”.

A Domingo de Guzmán se asociaron después otros, hombres y mujeres, atraídos por la misma aspiración de “alabar, bendecir y predicar”, mediante la oración, el estudio, la comunidad y la predicación.

Desde agosto de 1221, en que murió en la ciudad de Bolonia, han pasado muchos años, 800 años en 2021¿Seremos capaces de seguir actualizando con nuevos horizontessu vida y carisma de predicación como testigos creíbles de la Palabra de Dios?

Hermanos, que la vida de Domingo de Guzmán nos empuje a todos, y más como Familia Dominicana, a ser fervientes en la oración, valientes en vivir la fe, profundamente comprometidos con Jesús. Y que, por su intercesión, pidamos a Dios que enriquezca siempre a la Iglesia con auténticos predicadores del Evangelio.

Fray Carmelo Preciado Medrano O. P.

Convento de San Pablo y San Gregorio (Valladolid)

 

Santo Domingo de Guzmán

¡Ruega por nosotros!