Segunda parte El diario de
Ana Frank
En una de sus entradas del diario, Ana escribió lo
siguiente:
El diario de Ana Frank es una evidencia
del horror desde la mirada de una niña que se va haciendo adulta, un valioso
testimonio tanto de la guerra y de la opresión durante la ocupación nazi, como
de la lucha contra la discriminación y las persecuciones.
El diario íntimo
Annelies Marie Frank (así era su nombre
completo) escribió su diario entre el 12 de junio de 1942 y el 1 de agosto de
1944. Allí contó cómo llegaron, se asentaron y vivieron en las habitaciones del
fonde de la fábrica que era de su padre (Otto Frank). La familia Frank preparó
con bastante antelación el escondite, y fueron ayudados por empleados de la
oficina del padre; Miep Gies, Johannes Kleiman, Victor Kugler y Bep Voskuijl.
Vivieron en el escondite hasta que finalmente
fueron delatados y apresados por la Gestapo en agosto de 1944. Fueron llevados
al campo de concentración de Bergen – Alemania, donde Ana murió de fiebre
tifoidea a la edad de quince años. Su padre fue el único sobreviviente de la
familia.
Cuando, finalizada la guerra, Otto Frank
regresó a Ámsterdam, el 3 de junio de 1945, se enteró de que el diario de su
hija había sido conservado por Miep Gies, y tiempo después decidió publicarlo.
Este había sido uno de los anhelos de Ana, cuando se enteró que se iban a
publicar diarios escritos durante la guerra (según anotó en su diario el
miércoles 29 de marzo de 1944).
El diario fue publicado por primera vez en
1947, como novela, con el título La casa
de atrás. Después del fallecimiento de Otto Frank en 1980, los textos de
Ana se legaron al Instituto Holandés para la documentación de la Guerra. Se
analizaron e investigaron los escritos y se hicieron reediciones del diario con
partes inéditas hasta ese momento. El heredero universal de los derechos del Diario de Ana Frank es el Fondo Ana
Frank, institución con sede en Suiza.
La historia de Ana conmueve al mundo
entero, no solo por la cruda realidad de su experiencia, sino también por la
forma tan especial en que ella contó todo lo que sucedía a su alrededor y en su
interior. Se la considera un símbolo de los millones de víctimas del
Holocausto.
Al final, podríamos considerar que esa
entrada en la que ella tenía la sensación de que sus experiencias no iban a
importarle a nadie era bastante errada, ya que Ana fue y sigue siendo motor de
muchas experiencias.
Nelson Mandela, por ejemplo, fue uno de sus
lectores. Para entender un poco mejor de qué estamos hablando, los invito a ver
el siguiente video breve:
En uno de sus discursos, Mandela se refirió
al diario de Ana Frank de la siguiente manera:
ACTIVIDAD 2 – ESCRITURA DE SU PROPIO DIARIO
Luego de entrar en el diario de Ana y de
conocer sus repercusiones, los invito a empezar a escribir su propio diario.
Para esta actividad, tengan en cuenta la teoría que está más arriba sobre el
diario íntimo.
Escriban sus entradas fechadas, es decir,
mantengan un control cronológico de lo que van a plasmar.
Piensen qué parte de su día quieren
escribir: la rutina, una situación en particular, un aprendizaje o un
pensamiento recurrente. El diario no tiene una secuencia típica, es el
autor/narrador quien decide qué y cómo contar.
Hagan el ejercicio de escribir su diario
durante una semana, y luego, elijan las tres entradas que les parezcan más
significativas.
Espero sus escritos para la semana que viene, el 14 de mayo. Me lo mandan, como siempre, a mi mail: vincova.maria@gmail.com con el asunto 4B APELLIDO Act 2 Ana Frank.
Cualquier duda o comentario que surja, pueden escribirme también al mail o al grupo de hangouts.
Espero que sigan bien y se estén cuidando. Les mando un saludo y muchos cariños.
María Victoria.