TALLER DE REFLEXIÓN “2° A y B”
Trabajo Practico N° 2
Profesora:
Soledad Suares
Fecha de entrega:
01/04/20
Formato:
Word Times New Roman n°12 o Arial n°12
Tema:
Pascua “Jesús resucitado nos invita a vivir”
“Jesús
murió en la cruz y con su muerte y resurrección venció para siempre el
poder de su muerte y del pecado, y nos regaló la VIDA NUEVA”.
Consignas:
Experiencia
de vida: Actitudes de vida vs actitudes de muerte
Muchas
actitudes nos hablan de la vida. Muchas otras nos hablan de la muerte. Las
actitudes de vida y de muerte nacen del corazón de cada uno de nosotros, se ven
reflejadas en nuestros rostros, en nuestras familias, grupos de amigos… en la
sociedad y en nuestro país.
a- ¿En
qué situaciones de nuestro grupo de amigos, compañero o familiar descubro “actitudes
de vida”?
b- ¿En
que situaciones de nuestro grupo de amigos, compañeros o familiar descubro “actitudes
de muerte”?
c- ¿Qué
situaciones de nuestro país expresan actitudes de vida? ¿Cuáles reflejan
actitudes de muerte? ¿Por qué se producen?
d- ¿ Cuál
es la manera de transformar las actitudes de muerte en actitudes de vida?
3- Busco información sobre que se celebra en “Semana Santa” (Domingo de Ramos, Jueves Santo, Viernes Santo, Sábado Santo y Domingo de Pascua). 4- Ver el siguiente video sobre la Resurrección y responder:https://www.youtube.com/watch? v=xLOxt98OSFk&list=TLPQMjUwMzIwMjDBWgwSTjdmew&index=1
a- ¿Qué
te llama más la atención?
b- ¿En
dónde podemos ver que Jesús resucitó?
c- ¿Cómo
quieres vivir Semana Santa?
JESÚS
RESUCITADO NOS INVITA A VIVIR
La
muerte de Jesús había producido entre sus discípulos situaciones de muerte:
estaban decepcionados, tristes y abatidos. Ya no tenían esperanzas y se sentían
fracasados. La muerte había destruido la comunidad, y todos, impulsados por el
miedo, comenzaron a separarse. Pero tres días después de su muerte, Jesús
resucitado salió del sepulcro y se apareció a sus amigos para darles vida
nueva. Lleno de vida sus corazones y “resucito la comunidad”. Volviendo a
reunir a sus miembros en la alegría y en la esperanza.
Las
primeras que vieron a Jesús resucitado fueron María Magdalena y un grupo de
mujeres que iban al sepulcro a llevar perfumes para el cuerpo de Jesús: “De
pronto, Jesús salió a su encuentro y las saludó diciendo: ‘Alégrense’. Ellas se
acercaron y, abrazándole los pies, se postraron delante de Él. Y Jesús les
dijo: ‘No teman; avisen a mis hermanos que vayan a Galilea, y allí me verán’
(Mt 28, 9-10).
Pero
los Apóstoles no les creyeron cuando fueron a contarles, pensaron que
deliraban. Cuando Pedro se acercó hasta el sepulcro, comprobó que el Cuerpo de
Jesús no estaba allí: “Pedro, sin embargo, se levantó y corrió hacia el
sepulcro, y al asomarse, no vio más que las sabanas. Entonces regresó lleno de
admiración por lo que había sucedido” (Jn 24, 12).
Jesús
resucitado también se apareció a los Apóstoles cuando estaban reunidos: “Los
discípulos se llenaron de alegría cuando vieron al Señor. Jesús les dijo de
nuevo: ‘¡La paz esté con ustedes! ¡Como el Padre me envió a mí, yo también los
envió a ustedes!” (Jn 20, 20-21).
Jesús murió en la cruz y con su muerte y resurrección
venció para siempre el poder de la MUERTE y del PECADO, y nos dio a todos los
hombres y mujeres la posibilidad de vivir la VIDA NUEVA.
a-
Venció
a la muerte: significa que,
aunque muramos, la muerte se transforma para nosotros en el último paso para
vivir la vida eterna junto al Padre.
b-
Venció
al pecado: significa que,
aunque sigamos siendo pecadores, el pecado ya no puede apartarnos de Dios, si
decidimos permanecer en su amor ayudados por su gracia.
c-
Nos
dio una vida nueva: Jesús
resucitado vive en medio de nosotros. Su presencia sostiene toda la creación,
Él es el Señor de la historia y está presente de una manera muy especial en la
Iglesia, en su palabra, en la eucaristía y en el corazón de cada hombre.
LA RESURRECCIÓN DE JESÚS (CEC 638)
La
resurrección de Jesús en la verdad culminante de nuestra fe en Cristo. Es el
misterio central de nuestra fe que celebramos y actualizamos en cada eucaristía
“Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección: ¡Ven, Señor Jesús!
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