Profesora:
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Amor Irina
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Fecha de entrega:
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hasta el 07/05/2020
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Entrega vía mail:
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Nombre del MAIL:
Curso - Apellido - Materia -
N° de Actividad
Recuerden que ya no corrijo mails que
no estén bien señalizados
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Muchos artistas y movimientos artísticos
reivindican el AZAR como motor de la obra de arte. El azar es por definición
esencialmente irreproducible (es decir no se puede volver a repetir y tener los
mismos resultados).
El azar es hijo de un instante,
así queda plasmado.
En este caso comenzaremos jugando con el
AZAR.
Primero toma una hoja lisa y sin arrugas,
observala, sentí cómo es su superficie, tocala ¿Cómo se siete?
Ahora arrugala toda, hasta que sea un
bollo bien chiquito en la palma de tu mano.
Abrí tu palma y observala… ¿Cómo está
ahora? ¿Qué diferencias hay con la primera forma en la que estaba la hoja
originalmente?
Con mucho amor y cuidado anda abriendo y
desplegando la hoja arrugada. Ojo hay que ser cuidadosos para que no se rompa.
Intenta volver la hoja a su estado
original, trata de alisarla lo más que puedas ¿Puede volver a ser como era
antes? ¿Puede volverse atrás lo que has hecho?
Entonces ahora toma un marcador o una lapicera
negra y remarca los pliegues que se hicieron en la hoja al arrugarla.
Mientras marcas estas líneas reflexiona
sobre cómo todas las cosas que hacemos dejan
huella y marcas en los
demás y en uno.
Una vez que hayas marcado los pliegues,
buscá tus marcadores o lápices de colores y seleccioná qué sectores vas a
pintar… Podes pintar TODO o sólo ALGUNOS SECTORES.
Así como hacemos marcas en los demás
cuando hacemos ciertas
cosas,
también los podemos llenar de color
eligiendo realizar otras acciones…
Escribí una frase o párrafo sobre lo que sentiste durante la
realización de esta actividad y sobre lo que propone pensar, sobre las
repercusiones que tienen nuestras acciones en otros y las acciones de los demás
en nosotros mismos.