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lunes, 2 de noviembre de 2020

Literatura 5B

 Hola, chicos! Hoy les llegó mi devolución sobre su último trabajo. Como les había dicho, con eso cerramos la unidad de realismo mágico. Algo que notamos en la elaboración de este TP fue la necesidad del escritor de hacer uso de la literatura como herramienta de denuncia. Esto es algo que vamos a desarrollar en esta última unidad. 


Los cruces entre periodismo y literatura

Cuando escuchamos hablar de literatura, por lo general, pensamos en un texto que desarrolla una historia ficcional, es decir, que no tiene contacto con lo que realmente sucede en la realidad de un país o de una persona; un texto literario debe producir placer y trasladarnos a otros mundos distintos del que habitamos. En cambio, cuando hablamos de periodismo, acordamos en que tiene el objetivo de informar de manera inmediata lo que sucede o sucedió en la realidad, y que debe ser fiel reflejo de esta. Así, periodismo y literatura parecen ser dos puntos equidistantes que jamás se tocan: realidad o ficción.

Sin embargo, en la cultura, encontraremos numerosos textos considerados “literatura” que toman como punto de partida sucesos verídicos. Y nos sorprenderemos al darnos cuenta de que muchos escritores abocados a la literatura también escribían periodismo. Frente a estos textos, ¿podemos seguir pensando una división tajante entre la literatura y el periodismo? Vamos a estudiar cómo ambos conceptos se ponen en contacto y, de esta forma, surgen nuevos modos de escribir.

La no-ficción

El género non-fiction o no-ficción surgió en una época de grandes cambios en el mundo, cuando habían pasados pocos años desde el final de la Segunda Guerra Mundial. La realidad superaba a la ficción, entonces, los escritores comenzaron a tomar eventos de la realidad para sus novelas. Como la realidad parecía inverosímil, estos escritores solían comenzar sus textos con frases como “Si alguien quiere leer este libro como una simple novela policial, es cosa suya” (Rodolfo Walsh).

Periodistas y escritores

La mayoría de los escritores de la no-ficción fueron periodistas que, comprometidos con acontecimientos diversos que ocurrían en la realidad, escribieron para investigar los casos y las historias que los desvelaron. Por ejemplo, estos son dos escritores que se destacaron:

Truman Capote (1924-1984): escritor y periodista estadounidense. La más importante de sus obras de no-ficción se llama A sangre fría (1966). Capote investigó el crimen real de una familia en Kansas, los Cutters. Pasó seis años tras el caso y entrevistó a amigos, vecinos de la familia, policías encargados del hecho y también a los asesinos. A partir de estas últimas charlas, logró reconstruir sus vidas y los acompañó hasta la noche en que fueron ahorcados. En A sangre fría, Capote realiza una crítica sobre el modo en que funciona la justicia y sobre la desigualdad social en los Estados Unidos.

Rodolfo Walsh: unos años antes de que Truman Capote publicara su novela A sangre fría, Rodolfo Walsh inauguraba el género de la no-ficción en Argentina con la obra Operación Masacre (1957).

En los años 50, Walsh ya había publicado varios cuentos policiales en revistas y en 1953 aparecía su primer libro, también inscripto en este género. Estos escritos nos muestran un interés fuerte de Walsh hacia la función del investigador, que anticipa sus próximos trabajos de no-ficción, en los que el propio periodista toma este papel y comienza las investigaciones. A partir de un encuentro con una víctima de la violencia estatal, su gusto por el policial se volcará al nuevo género que cruza la literatura y el periodismo, publicará, por ejemplo, estas obras de no-ficción:

Operación Masacre: En 1956, fracasa el levantamiento el general Valle contra la denominada “Revolución Libertadora”. En el basural de José León Suárez, varias personas son fusiladas bajo sospecha de haber participado en dicho levantamiento. Meses después, Walsh se entera de que “hay un fusilado que vive” y, tras entrevistarlo, descubre que no es el único testigo. Allí comienza la investigación, que terminará en la publicación de su libro.

¿Quién mató a Rosendo?: en 1968, se publica este libro, en el que Walsh investiga el asesinato de Rosendo García, dirigente de la Unión Obrera Metalúrgica, durante un tiroteo en la confitería Real, en Avellaneda. Para reconstruir los hechos, recoge testimonios de los sobrevivientes y también documentos de expedientes judiciales.

 

CARACTERÍSTICAS DE LA NO-FICCIÓN

Como su nombre lo indica, el relato e no-ficción propone una fusión entre la realidad y la ficción. Fundamentalmente, en este género, el escritor toma un evento o suceso ocurrido y, en lugar de plasmarlo en una nota periodística para un diario, decide usarlo para escribir una ficción, es decir, narrativiza un hecho de la realidad.

En cuanto a sus características, como el de no-ficción es un género híbrido, resulta de la combinación y el equilibrio entre lo periodístico y lo literario. Ana María Amar Sánchez, crítica literaria argentina, ha estudiado el tema y señala las siguientes características:

1.      Material empleado: en la escritura del relato de no-ficción, el autor hace uso del material que le sirve para investigar sobre un tema o suceso específico: documentos, testimonios comprobables, archivos; es decir, material objetiv, no modificado.  

2.      Modo de uso del material: como no se trata de un texto periodístico, la escritura del relato de no-ficción no propone la repetición el material, sino que crea una narración sobre el tema investigado. Así, el escritor trabaja con el material sin modificarlo, pero reconstruye los diálogos, agrega descripciones a los “personajes” y elabora sus propias hipótesis.

3.      Relación entre verdad y sujeto: mientras el periodista intenta transmitir una verdad objetiva, el autor de no-ficción narra el suceso desde su punto de vista. La verdad se adecua a la perspectiva, al modo de ver del sujeto que la escribe: él la busca poniendo en juego su vida, su tiempo y sus saberes.

4.      Diferencia entre el autor y el narrador: si en la literatura suele marcarse la diferencia entre el narrador y el autor; en el género de no-ficción, en cambio, hay identificación entre el narrador de la historia y el periodista que realizó la investigación. La identificación puede ser mayor o menor, pero existe.

Por último, en la no-ficción, podemos leer una crítica social, ya que se trata de una investigación realizada por un periodista sobre un suceso de la realidad. De este modo, la investigación relatada permite mostrar el funcionamiento defectuoso de las instituciones, la justicia o la política de un país.

 

Chicos: Este texto teórico corresponde a la presentación del género que vamos a abarcar en lo que queda del año. Les pido que lo lean y lo tengan en cuenta ya que vamos a volver a la teoría más adelante.

Después de contar los votos que me mandaron, la decisión mayoritaria nos lleva a leer “Chicas muertas” de Selva Almada.

Les dejo acá el pdf para que se lo descarguen: https://drive.google.com/file/d/1NGQ1DZEOLWVlNUfLf0PCWFxUXc_Lsrkd/view?usp=sharing

 

Vamos a trabajar de la siguiente manera: como ya saben, el 20 es el último día en el que se subirán actividades al blog, por lo tanto, para esa fecha les voy a enviar el trabajo que corresponde a esta unidad. Mientras tanto, vamos a ir avanzando con la lectura. Los invito a unirse a un Meet el viernes a las 15hs (si hay algún problema con el horario, me avisa e intentamos modificarlo). Les dejo el link: https://meet.google.com/ogf-xmbk-uyn

La idea es que avancen con la lectura hasta la página 30, aproximadamente.

 

Les mando un fuerte abrazo y muchos cariños.

 

María Victoria.

 

PD: QUIENES VAN MAÑANA AL COLEGIO, NO SE OLVIDEN DE LLEVAR PAPEL Y LAPIZ O ALGO PARA ESCRIBIR.