Hola, chicos! Hoy les llegó mi devolución sobre su último trabajo. Como les había dicho, con eso cerramos la unidad de realismo mágico. Algo que notamos en la elaboración de este TP fue la necesidad del escritor de hacer uso de la literatura como herramienta de denuncia. Esto es algo que vamos a desarrollar en esta última unidad.
Los cruces entre periodismo y literatura
Cuando
escuchamos hablar de literatura, por lo general, pensamos en un texto que
desarrolla una historia ficcional, es decir, que no tiene contacto con lo que
realmente sucede en la realidad de un país o de una persona; un texto literario
debe producir placer y trasladarnos a otros mundos distintos del que habitamos.
En cambio, cuando hablamos de periodismo, acordamos en que tiene el objetivo de
informar de manera inmediata lo que sucede o sucedió en la realidad, y que debe
ser fiel reflejo de esta. Así, periodismo y literatura parecen ser dos puntos
equidistantes que jamás se tocan: realidad
o ficción.
Sin
embargo, en la cultura, encontraremos numerosos textos considerados “literatura”
que toman como punto de partida sucesos verídicos. Y nos sorprenderemos al
darnos cuenta de que muchos escritores abocados a la literatura también
escribían periodismo. Frente a estos textos, ¿podemos seguir pensando una
división tajante entre la literatura y el periodismo? Vamos a estudiar cómo
ambos conceptos se ponen en contacto y, de esta forma, surgen nuevos modos de escribir.
La no-ficción
El género non-fiction o no-ficción surgió en una época de grandes cambios en el mundo,
cuando habían pasados pocos años desde el final de la Segunda Guerra Mundial. La realidad superaba a la ficción,
entonces, los escritores comenzaron a tomar eventos de la realidad para sus
novelas. Como la realidad parecía inverosímil, estos escritores solían comenzar
sus textos con frases como “Si alguien quiere leer este libro como una simple
novela policial, es cosa suya” (Rodolfo Walsh).
Periodistas y escritores
La mayoría
de los escritores de la no-ficción fueron periodistas que, comprometidos con acontecimientos
diversos que ocurrían en la realidad, escribieron para investigar los casos y
las historias que los desvelaron. Por ejemplo, estos son dos escritores que se
destacaron:
Truman
Capote (1924-1984): escritor y periodista estadounidense. La más importante de
sus obras de no-ficción se llama A sangre
fría (1966). Capote investigó el crimen real de una familia en Kansas, los
Cutters. Pasó seis años tras el caso y entrevistó a amigos, vecinos de la
familia, policías encargados del hecho y también a los asesinos. A partir de
estas últimas charlas, logró reconstruir sus vidas y los acompañó hasta la
noche en que fueron ahorcados. En A
sangre fría, Capote realiza una crítica sobre el modo en que funciona la
justicia y sobre la desigualdad social en los Estados Unidos.
Rodolfo
Walsh: unos años antes de que Truman Capote publicara su novela A sangre fría, Rodolfo Walsh inauguraba
el género de la no-ficción en Argentina con la obra Operación Masacre (1957).
En los años
50, Walsh ya había publicado varios cuentos policiales en revistas y en 1953
aparecía su primer libro, también inscripto en este género. Estos escritos nos
muestran un interés fuerte de Walsh hacia la función del investigador, que anticipa sus próximos trabajos de no-ficción, en
los que el propio periodista toma este papel y comienza las investigaciones. A partir
de un encuentro con una víctima de la violencia estatal, su gusto por el
policial se volcará al nuevo género que cruza la literatura y el periodismo,
publicará, por ejemplo, estas obras de no-ficción:
Operación Masacre: En 1956, fracasa el levantamiento el
general Valle contra la denominada “Revolución Libertadora”. En el basural de
José León Suárez, varias personas son fusiladas bajo sospecha de haber
participado en dicho levantamiento. Meses después, Walsh se entera de que “hay
un fusilado que vive” y, tras entrevistarlo, descubre que no es el único
testigo. Allí comienza la investigación, que terminará en la publicación de su
libro.
¿Quién mató a
Rosendo?: en
1968, se publica este libro, en el que Walsh investiga el asesinato de Rosendo
García, dirigente de la Unión Obrera Metalúrgica, durante un tiroteo en la
confitería Real, en Avellaneda. Para reconstruir los hechos, recoge testimonios
de los sobrevivientes y también documentos de expedientes judiciales.
CARACTERÍSTICAS DE LA NO-FICCIÓN
Como su
nombre lo indica, el relato e no-ficción propone una fusión entre la realidad y
la ficción. Fundamentalmente, en este género, el escritor toma un evento o
suceso ocurrido y, en lugar de plasmarlo en una nota periodística para un
diario, decide usarlo para escribir una ficción, es decir, narrativiza un hecho
de la realidad.
En cuanto a
sus características, como el de no-ficción es un género híbrido, resulta de la
combinación y el equilibrio entre lo periodístico y lo literario. Ana María
Amar Sánchez, crítica literaria argentina, ha estudiado el tema y señala las
siguientes características:
1. Material empleado: en la escritura
del relato de no-ficción, el autor hace uso del material que le sirve para
investigar sobre un tema o suceso específico: documentos, testimonios comprobables,
archivos; es decir, material objetiv, no modificado.
2. Modo de uso del material: como no se
trata de un texto periodístico, la escritura del relato de no-ficción no
propone la repetición el material, sino que crea una narración sobre el tema
investigado. Así, el escritor trabaja con el material sin modificarlo, pero
reconstruye los diálogos, agrega descripciones a los “personajes” y elabora sus
propias hipótesis.
3. Relación entre verdad y sujeto:
mientras el periodista intenta transmitir una verdad objetiva, el autor de
no-ficción narra el suceso desde su punto de vista. La verdad se adecua a la
perspectiva, al modo de ver del sujeto que la escribe: él la busca poniendo en
juego su vida, su tiempo y sus saberes.
4. Diferencia entre el autor y el
narrador: si en la literatura suele marcarse la diferencia entre el narrador y
el autor; en el género de no-ficción, en cambio, hay identificación entre el narrador
de la historia y el periodista que realizó la investigación. La identificación
puede ser mayor o menor, pero existe.
Por último,
en la no-ficción, podemos leer una crítica
social, ya que se trata de una investigación realizada por un periodista
sobre un suceso de la realidad. De este modo, la investigación relatada permite
mostrar el funcionamiento defectuoso de las instituciones, la justicia o la
política de un país.
Chicos:
Este texto teórico corresponde a la presentación del género que vamos a abarcar
en lo que queda del año. Les pido que lo lean y lo tengan en cuenta ya que
vamos a volver a la teoría más adelante.
Después de
contar los votos que me mandaron, la decisión mayoritaria nos lleva a leer “Chicas
muertas” de Selva Almada.
Les dejo
acá el pdf para que se lo descarguen: https://drive.google.com/file/d/1NGQ1DZEOLWVlNUfLf0PCWFxUXc_Lsrkd/view?usp=sharing
Vamos a
trabajar de la siguiente manera: como ya saben, el 20 es el último día en el
que se subirán actividades al blog, por lo tanto, para esa fecha les voy a
enviar el trabajo que corresponde a esta unidad. Mientras tanto, vamos a ir
avanzando con la lectura. Los invito a unirse a un Meet el viernes a las 15hs
(si hay algún problema con el horario, me avisa e intentamos modificarlo). Les
dejo el link: https://meet.google.com/ogf-xmbk-uyn
La idea es
que avancen con la lectura hasta la página 30, aproximadamente.
Les mando
un fuerte abrazo y muchos cariños.
María
Victoria.
PD: QUIENES
VAN MAÑANA AL COLEGIO, NO SE OLVIDEN DE LLEVAR PAPEL Y LAPIZ O ALGO PARA
ESCRIBIR.