Buen día chicas/os,
arrancamos la semana luego de haber celebrado a nuestro Padre Santo Domingo.
La Palabra de Dios
es esencial en la vida de todo cristiano. Por eso es importante conocer,
acercarnos y profundizar más en la "Buena Noticia" que es luz para
nuestros pasos en la vida cotidiana.
Como Iglesia,
celebramos el 30 de septiembre, el 1600 aniversario de la muerte de San
Jerónimo, el gran traductor de la Biblia, que intento convertir la Escritura en
el lenguaje cotidiano, para hacer que la Palabra de Dios sea accesible a todos.
El Papa pide que
"hagamos espacio" a la Palabra de Dios en nuestra vida diaria
"Leamos algún
versículo de la Biblia cada día. Comencemos por el Evangelio; mantengámoslo
abierto en casa, en la mesita de noche, llevémoslo en nuestro bolsillo,
veámoslo en la pantalla del teléfono, dejemos que nos inspire diariamente.
Descubriremos que Dios está cerca de nosotros, que ilumina nuestra oscuridad",
"no dejar empolvar la Biblia como si fuera un libro más".
¿Cómo comenzó Jesús a predicar?
Ante la primera
cuestión, ¿cómo comenzó Jesús a predicar? el Papa señaló que lo hizo con una
frase muy simple: «Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos» (v.
17).
"Esta es la
base de todos sus discursos, nos dice que el reino de los cielos está cerca, es
decir que Dios está cerca de nosotros y esta es la novedad, el primer
mensaje", aseveró Francisco: "Dios no está lejos, el que habita los
cielos descendió a la tierra, se hizo hombre. Eliminó las barreras, canceló las
distancias. No lo merecíamos. Él vino a nosotros, vino a nuestro
encuentro".
El Pontífice va a
la esencia de este mensaje de alegría que predica el Maestro, resaltando que
por amor "Dios vino a visitarnos en persona, haciéndose hombre", por
tanto la invitación directa de Jesús cuando nos dice “Convertíos”, quiere
decir, “cambia tu vida”. "Cambia tu vida porque ha comenzado una nueva
forma de vivir: ha terminado el tiempo de vivir para ti mismo; ha comenzado el
tiempo de vivir con Dios y para Dios, con los demás y para los demás, con amor
y por amor".
¿Dónde comenzó
Jesús a predicar?
En cuanto al
segundo punto, ¿dónde comenzó Jesús a predicar? el Santo Padre afirmó que
descubrimos el origen de sus predicaciones precisamente en las regiones que
entonces se consideraban “oscuras".
"No desde el
atrio del templo en Jerusalén, sino desde el lado opuesto del país, desde la
Galilea de los gentiles, desde un lugar fronterizo, desde una periferia y de
esto podemos sacar un mensaje: la Palabra que salva no va en busca de lugares
preservados, esterilizados y seguros. Viene en nuestras complejidades, en
nuestra oscuridad, porque Dios desea visitar aquellos lugares donde creemos que
no llega".
¿A quién comenzó Jesús a hablar?
Finalmente, está la
pregunta ¿a quién comenzó Jesús a hablar? El Evangelio dice que «paseando junto
al mar de Galilea vio a dos hermanos […] que estaban echando la red en el mar,
pues eran pescadores. Les dijo: “Venid en pos de mí y os haré pescadores de
hombres”» (Mt 4,18-19). En este sentido, Francisco recordó que los primeros
destinatarios de la llamada fueron pescadores; "no personas cuidadosamente
seleccionadas en base a sus habilidades, ni hombres piadosos que estaban en el
templo rezando, sino personas comunes y corrientes que trabajaban" y los
convocó de una manera particular:
Hagamos espacio a la Palabra de Dios
"Los llama
donde están y como son, para involucrarlos en su misma misión", y ellos
responden a esta llamada dejando todo inmediatamente para seguirlo, para
escucharlo.
Por eso, el Papa
hizo hincapié en que, al igual que los primeros discípulos del Señor, también
nosotros necesitamos atender su llamada y escuchar su Palabra: "en medio
de tantas palabras diarias, necesitamos escuchar esa Palabra que no nos habla
de cosas, sino de vida".
El Santo Padre concluyó su homilía pidiendo que hagamos espacio a la Palabra de Dios: "Leamos algún versículo de la Biblia cada día. Comencemos por el Evangelio; mantengámoslo abierto en casa, en la mesita de noche, llevémoslo en nuestro bolsillo, veámoslo en la pantalla del teléfono, dejemos que nos inspire diariamente. Descubriremos que Dios está cerca de nosotros, que ilumina nuestra oscuridad, que nos guía con amor a lo largo de nuestra vida".
Santo Domingo
El libro y la
Iglesia
En algunas
representaciones, Santo Domingo sostiene un libro en su mano derecha. El libro
representa la Biblia, que era la fuente de la predicación y espiritualidad de
Domingo. Era conocido como el Maestro Domingo por el grado académico que obtuvo
en la universidad de Palencia, España. Sus contemporáneos nos dicen que en sus
viajes por Europa siempre llevaba consigo el Evangelio de San Mateo y las
Cartas de San Pablo. Esto hace referencia a la visión que tuvo en una de sus
noches de vigilia. Mientras Domingo oraba, los Santos Pedro y Pablo se le
aparecieron. San Pedro llevaba consigo el Evangelio, y Pablo sus Cartas, con
este mensaje: "Ve y predica, porque has sido llamado para este
ministerio". Esta visión le reafirmó en su vocación de continuar siendo un
"Predicador Itinerante", no solo en el sur de Francia sino también en
todo el mundo por medio de su Orden, la "Orden de Predicadores".
A veces, sobre el libro hay una iglesia. Esta iglesia representa la Basílica Laterana, la "Madre Iglesia" universal.
Santo Domingo tuvo que enfrentarse con muchos obstáculos legales para que el Papa aprobara su nueva Orden. De acuerdo con la leyenda, el Papa Inocencio III, Santo Domingo y San Francisco tuvieron un sueño. Cada uno de ellos vio que la Basílica Laterana estaba comenzando a derrumbarse, y a dos frailes, uno en hábito blanco y el otro en un hábito marrón, colocándose ellos mismos como columnas para evitar el colapso total. Domingo se reconoció a sí mismo como el fraile del hábito blanco, pero no sabía quién era el otro fraile. De igual modo, Francisco de Asís se reconoció a sí mismo como el fraile del hábito marrón, pero desconocía quién era el del hábito blanco. Para Inocencio III el sueño era un rompecabezas y un misterio. El día siguiente, cuando Domingo iba a ver al Papa sobre la aprobación de su Orden, se encontró a un fraile joven vestido con un hábito marrón. Mirándose mutuamente, cada uno reconoció al otro como el compañero que ayudaba a soportar la Basílica Laterana, y se abrazaron en medio de la calle. Después fueron juntos a ver al Papa, y éste comprendió inmediatamente el significado de su sueño: "Las Órdenes de estos dos grandes hombres serán como columnas que salvarán a la Iglesia de su destrucción".
Luego de resolver el crucigrama, elige una de las citas bíblicas y te propongo rezar con la Palabra de Dios, utilizando el método de la Lectio Divina o Lectura Orante de la Palabra:Para concentrarte en la oración te invito a escuchar la siguiente canción:
Enviar el crucigrama resuelto, la lectura bíblica que elegiste y su reflexión: lunes 14/09; gmail: munozhdario@gmail.com
#YOMEQUEDOENCASA