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Queridos alumnos:
Encaramos hoy una nueva semana de cuarentena. Espero que estén bien, contenidos con sus familias y hayan pasado unas felices pascuas rodeados de amor.
Quiero felicitarlos por los trabajos que me enviaron hasta ahora y por el compromiso y dedicación que se ve en ellos. Continúen así.
En esta ocasión vamos a trabajar con un poco de teoría. Les traigo un texto que tienen que leer y analizar, para luego relacionar con la lectura de la novela que hicieron. Como siempre, cualquier duda, me escriben.
La novela de aprendizaje
El bildungsroman es un género narrativo que se caracteriza por
presentar una evolución en el personaje protagonista a lo largo de sus páginas.
También es conocido como novela de afirmación o novela de aprendizaje.
Los relatos de aprendizaje tienen una larga
tradición que se inicia hacia el siglo XVI con los relatos picarescos como La
vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades (anónimo). Sin
embargo, se considera que este género nace en Alemania durante el Romanticismo
del siglo XIX con la novela Los años de aprendizaje de Wihelm Meister del
escritor Goethe. Esta novela dio origen al concepto de Bildungsroman: “novela”
(roman) “de formación” (bildungs). A partir de su traducción al inglés
numerosos escritores cultivaron este género tales como Mark Twain con Las
aventuras de Tom Sawyer, Herman Hesse con Demian o Charles Dickens con David
Copperfield.
Los relatos de aprendizaje son aquellos en los que se narra el desarrollo de un personaje (generalmente un joven) a través de sucesivas experiencias que van afectando su posición ante sí mismo y ante el mundo y las cosas. El texto se centra en cómo estas experiencias desencadenan el desarrollo moral, psicológico, físico y social del protagonista en cierto período de tiempo que puede abarcar desde días hasta años. Podemos decir, entonces, que el tema principal de estos relatos es la maduración del personaje dada, generalmente, por el paso de la niñez a la adultez.
Los bildungsroman poseen una serie de características bien definidas:
Los relatos de aprendizaje son aquellos en los que se narra el desarrollo de un personaje (generalmente un joven) a través de sucesivas experiencias que van afectando su posición ante sí mismo y ante el mundo y las cosas. El texto se centra en cómo estas experiencias desencadenan el desarrollo moral, psicológico, físico y social del protagonista en cierto período de tiempo que puede abarcar desde días hasta años. Podemos decir, entonces, que el tema principal de estos relatos es la maduración del personaje dada, generalmente, por el paso de la niñez a la adultez.
Los bildungsroman poseen una serie de características bien definidas:
En primer lugar, el protagonista es un personaje
joven, que vivirá un proceso de aprendizaje y maduración.
En segundo lugar, el protagonista comienza su
formación en conflicto con el medio en que vive. Se deja marcar por los
acontecimientos y aprende de ellos. Tiene por maestro al mundo y va integrando
en su carácter las experiencias por las que va pasando. Sufre por el contraste
entre la vida que había idealizado y la realidad que tendrá que vivir.
En tercer lugar, este tipo de relatos tiene un
carácter abierto, lo que posibilita el surgimiento de otras novelas que
continúen la historia.
Estas obras se caracterizan por el protagonismo
exclusivo de la voz interna de aquel que se forma, de su perspectiva única, del
punto de vista circunscrito a su mirada. El resto de los personajes y de
escenarios están supeditados a él, y alrededor de él se configura la trama. En
el relato adquiere una gran importancia la modulación psicológica del
protagonista.
Las fases de Turner: los ritos de pasaje
Víctor Turner identifica tres fases en los que denomina “ritos de pasaje” (aquellos que indican el paso de un estado a otro, como de la niñez a la adultez). La fase de separación indica precisamente el alejamiento del individuo de su estado anterior; implica un proceso de desapego de lo conocido, de perder en cierto modo una parte de la propia identidad. Esto da paso a la fase intermedia, denominada liminar, que indica un período en donde el sujeto encuentra muy pocos o ningún atributo, tanto del estado pasado como venidero. El autor plantea la “invisibilidad” de los sujetos en esta etapa ya que no encajan aún en las estructuras propuestas por la sociedad. La sociedad tilda de inexistente o inaceptable aquello que no puede etiquetar fácilmente y al hacerlo le quita en cierta forma identidad a dichos sujetos que se sienten incomprendidos y relegados.
En los relatos de aprendizaje, justamente, encontramos protagonistas que viven una situación difícil, tienen una personalidad compleja o no encajan por distintos motivos en el contexto en que les ha tocado vivir. Puede ser que no soporten la autoridad de los adultos referentes, se sientan más inteligentes que sus coetáneos o vivan situaciones extraordinarias que los alejan del resto. El punto es que sienten que no pertenecen a la sociedad que los rodea y comienzan un proceso de búsqueda de identidad que los lleva a adquirir nuevos aprendizajes y madurar.
El relato se centra, precisamente, en este proceso de adquisición. Estos personajes suelen ser idealistas, solitarios, melancólicos, luchadores, soñadores, observadores y sensibles. Si bien tienen sueños e ideales, generalmente se ven incapaces de ejecutar sus ideas, muchas veces por la presión a la que se ven o se creen sometidos por quienes los rodean. A lo largo de la novela, se van encontrando con distintos personajes que (ya sea de forma positiva o negativa) van contribuyendo en su proceso de maduración. En ocasiones, esto que van aprendiendo los protagonistas supone en ellos no sólo la crítica y el cuestionamiento de lo aprendido en el hogar y la escuela sino también a una crisis existencial que los lleva a preguntarse el sentido de todo lo que les sucede o los rodea.
Un tema que suele aparecer en estos relatos es el del viaje: suele haber uno o más viajes que enfrentan a los protagonistas con situaciones y contextos desconocidos. Esto funciona como una metáfora de la transformación interior que van realizando gracias a las nuevas experiencias. La última etapa de este viaje, siguiendo a Turner, es la etapa de agregación en la que el proceso se completa y el individuo pasa a formar parte de otro estado reconocido culturalmente: la sociedad lo vuelve a admitir dentro de ella siempre y cuando se comporte según los cánones establecidos. Se produce un nuevo equilibrio entre los protagonistas y su entorno social con los valores y reglas establecidos. En algunos casos, el protagonista logra adaptarse al entorno mientras que en otros establece un sistema de valores alternativo que le permite encontrar su lugar y relacionarse con la sociedad. Siguiendo este análisis en etapas podemos identificar las siguientes partes en las novelas clásicas de aprendizaje:
· Situación inicial: en general, estas novelas comienzan con una situación trágica o decepción que obliga a los protagonistas a cambiar radicalmente su forma de vivir. Esto, sumado a la compleja personalidad de los personajes, hace que su relación el mundo conocido hasta entonces entre en crisis y comience el proceso de búsqueda de identidad.
· Complicación: conforma el viaje que realizan los protagonistas. Se van conociendo a sí mismos, se enfrentan a nuevas situaciones. Se encuentran con personajes que los ayudan o perjudican, aprenden nuevas reglas, toman decisiones, descubren el mundo y se fortalecen.
· Situación final: los protagonistas alcanzan una madurez personal, se sobreponen a las adversidades y encuentra su lugar en el mundo. Como el tema central de estos relatos es la maduración, en general se utilizan recursos narrativos que permiten dar cuenta de la interioridad de los personajes. Es por esto que muchas veces la historia está contada por un narrador protagonista que relata sus recuerdos y vivencias. En varios relatos encontramos narrador adulto que relata algo que le aconteció en su niñez o adolescencia. Un recurso narrativo privilegiado es el monólogo interior, a través del cual el narrador presenta al lector los diversos estados emocionales de los personajes.
Las fases de Turner: los ritos de pasaje
Víctor Turner identifica tres fases en los que denomina “ritos de pasaje” (aquellos que indican el paso de un estado a otro, como de la niñez a la adultez). La fase de separación indica precisamente el alejamiento del individuo de su estado anterior; implica un proceso de desapego de lo conocido, de perder en cierto modo una parte de la propia identidad. Esto da paso a la fase intermedia, denominada liminar, que indica un período en donde el sujeto encuentra muy pocos o ningún atributo, tanto del estado pasado como venidero. El autor plantea la “invisibilidad” de los sujetos en esta etapa ya que no encajan aún en las estructuras propuestas por la sociedad. La sociedad tilda de inexistente o inaceptable aquello que no puede etiquetar fácilmente y al hacerlo le quita en cierta forma identidad a dichos sujetos que se sienten incomprendidos y relegados.
En los relatos de aprendizaje, justamente, encontramos protagonistas que viven una situación difícil, tienen una personalidad compleja o no encajan por distintos motivos en el contexto en que les ha tocado vivir. Puede ser que no soporten la autoridad de los adultos referentes, se sientan más inteligentes que sus coetáneos o vivan situaciones extraordinarias que los alejan del resto. El punto es que sienten que no pertenecen a la sociedad que los rodea y comienzan un proceso de búsqueda de identidad que los lleva a adquirir nuevos aprendizajes y madurar.
El relato se centra, precisamente, en este proceso de adquisición. Estos personajes suelen ser idealistas, solitarios, melancólicos, luchadores, soñadores, observadores y sensibles. Si bien tienen sueños e ideales, generalmente se ven incapaces de ejecutar sus ideas, muchas veces por la presión a la que se ven o se creen sometidos por quienes los rodean. A lo largo de la novela, se van encontrando con distintos personajes que (ya sea de forma positiva o negativa) van contribuyendo en su proceso de maduración. En ocasiones, esto que van aprendiendo los protagonistas supone en ellos no sólo la crítica y el cuestionamiento de lo aprendido en el hogar y la escuela sino también a una crisis existencial que los lleva a preguntarse el sentido de todo lo que les sucede o los rodea.
Un tema que suele aparecer en estos relatos es el del viaje: suele haber uno o más viajes que enfrentan a los protagonistas con situaciones y contextos desconocidos. Esto funciona como una metáfora de la transformación interior que van realizando gracias a las nuevas experiencias. La última etapa de este viaje, siguiendo a Turner, es la etapa de agregación en la que el proceso se completa y el individuo pasa a formar parte de otro estado reconocido culturalmente: la sociedad lo vuelve a admitir dentro de ella siempre y cuando se comporte según los cánones establecidos. Se produce un nuevo equilibrio entre los protagonistas y su entorno social con los valores y reglas establecidos. En algunos casos, el protagonista logra adaptarse al entorno mientras que en otros establece un sistema de valores alternativo que le permite encontrar su lugar y relacionarse con la sociedad. Siguiendo este análisis en etapas podemos identificar las siguientes partes en las novelas clásicas de aprendizaje:
· Situación inicial: en general, estas novelas comienzan con una situación trágica o decepción que obliga a los protagonistas a cambiar radicalmente su forma de vivir. Esto, sumado a la compleja personalidad de los personajes, hace que su relación el mundo conocido hasta entonces entre en crisis y comience el proceso de búsqueda de identidad.
· Complicación: conforma el viaje que realizan los protagonistas. Se van conociendo a sí mismos, se enfrentan a nuevas situaciones. Se encuentran con personajes que los ayudan o perjudican, aprenden nuevas reglas, toman decisiones, descubren el mundo y se fortalecen.
· Situación final: los protagonistas alcanzan una madurez personal, se sobreponen a las adversidades y encuentra su lugar en el mundo. Como el tema central de estos relatos es la maduración, en general se utilizan recursos narrativos que permiten dar cuenta de la interioridad de los personajes. Es por esto que muchas veces la historia está contada por un narrador protagonista que relata sus recuerdos y vivencias. En varios relatos encontramos narrador adulto que relata algo que le aconteció en su niñez o adolescencia. Un recurso narrativo privilegiado es el monólogo interior, a través del cual el narrador presenta al lector los diversos estados emocionales de los personajes.
A continuación, les dejo un link con un vídeo explicativo sobre el tema:
ACTIVIDAD:
Luego de leer el texto y ver el vídeo, hagan una relación con la novela leída anteriormente. ¿Por qué El mar y la serpiente puede clasificarse como una novela de aprendizaje?
Escriban una respuesta que tenga en cuenta toda la teoría y den ejemplos concretos de la novela.