¡Hola,
chicos! Terminaron las vacaciones y las mesas de examen. Espero que hayan
aprovechado el tiempo en estas semanas. Hoy, volvemos a retomar nuestras clases
virtuales. ¡Adelante!
En primer
lugar, les pido que retomen lo que vimos en el último posteo: https://institutoguardiadehonor.blogspot.com/2020/07/literatura-4b.html , recibí muy pocas respuestas a
esto, así que pueden enviarlo junto con la propuesta de hoy. Vamos a empezar a
hablar del género fantástico:
Cómo definir lo fantástico
Mucho se ha
escrito acerca de la condición de lo fantástico y de las experiencias y
sensaciones que han suscitado y suscita en el hombre. Sin embargo, quizás a
causa del carácter indeterminado, casi inasible de sus componentes, la mayoría
de esas reflexiones resultaron poco rigurosas y, en algunos casos,
inconsistentes.
El búlgaro
Tzvetan Todorov –uno de los intelectuales más activos y reconocidos del siglo
XX- desarrolló uno de los primeros estudios sistemáticos sobre los mecanismos
del género, acaso el más significativo hasta el momento. En si Introducción a la literatura fantástica (1970),
señaló los puntos débiles de muchas de las teorizaciones precedentes y exploró
los elementos que determinan que un relato pueda ser considerado fantástico.
El autor
señala tres errores básicos en las definiciones y los estudios sobre los textos
fantásticos:
-
El
género fantástico no puede definirse simplemente por la presencia de hechos o
seres sobrenaturales, porque sería
demasiado amplio: “Es imposible concebir un género capaz de agrupar todas las
obras en las cuales interviene lo sobrenatural y que, por este motivo, tendría
que comprender tanto a Homero como a Shakespeare, a Cervantes como a Goethe” señala.
-
Los
que define al fantástico no es el sentimiento que experimenta el lector.
Todorov critica la postura de H. P. Lovecraft, quien sostiene que el relato
debería generar miedo en el lector para ser considerado fantástico. Según esta
tesis, “el género de una obra depende de la sangre fría de su lector”. Si nos
basáramos en esta idea, un mismo relato podría ser fantástico para algunas
personas y para otras no.
-
Todorov
objeta finalmente ciertas posturas que definieron a lo fantástico como “opuesto
a la reproducción fiel de la realidad, al naturalismo”. Según esta idea, podría
calificarse como fantástico una enorme cantidad de textos que no participan de
esa condición como los cuentos de hadas, en los que aparecen elementos
irreales.
Justamente
en su libro, Todorov propondrá un nuevo modo de pensar la literatura
fantástica, apartándose de la clásica oposición entre lo real y lo fantástico,
y estableciendo relaciones entre este género y otros cercanos.
Lo extraño, lo maravilloso y lo fantástico
Todorov
sostiene “Un género se define siempre con relación a los géneros que le son
próximos”. Distingue, así, lo fantástico de lo extraño y lo maravilloso. En los
tres casos se presentan elementos
sobrenaturales.
Sin
embargo, en los relatos extraños, los hechos narrados encuentran, hacia el
final, una explicación racional que niega la condición sobrenatural de lo
acontecido. Aquello que, en un principio, parecía escapar a las leyes de la
razón, se revela finalmente como un error de percepción por parte de los
personajes o del narrador.
En los
textos maravillosos, por el contrario, en ningún momento se intenta dar una
explicación de los hechos que se apartan de la realidad, porque todo responde a
una lógica distinta. Los cuentos de hadas, por ejemplo.
Lo
fantástico se ubicaría, precisamente, en un espacio intermedio. Incluso Todorov indica que “lo fantástico puro”
es muchas veces difícil de encontrar o, con más exactitud, es “un género
siempre evanescente”.
La condición de lo fantástico según Todorov
La
experiencia de lo fantástico nunca tiene lugar desde el comienzo del texto. El
mundo que se muestra en un principio es el mismo que aquel en el que se mueve el
lector: responde a las leyes de la razón, y los personajes y acontecimientos
que allí se desarrollan no presentan características fuera de lo común. En un
momento, sin embargo, se produce un hecho que no puede explicarse por las leyes
del mundo familiar.
Esa irrupción de lo fantástico en un
universo que, hasta un instante antes, era perfectamente reconocible produce en
quien lo percibe una sensación de incertidumbre. Esa sensación surge de no
saber qué explicación dar a lo que acaba de suceder: si considerarlo una
ilusión de los sentidos o aceptar que el hecho en verdad ocurrió, y, por lo
tanto, las leyes que rigen la realidad son diferentes de las que se pensaban y
resultaban desconocidas.
ParaTodorov,
la sensación de incertidumbre o
vacilación es lo que define el género fantástico. Es más, lo fantástico “ocupa
el tiempo de esa incertidumbre. En cuanto se elige una de las dos respuestas,
se deja el terreno de lo fantástico para entrar en un género vecino: lo extraño
o lo maravilloso”.
Ahora bien,
¿quién experimenta esa vacilación? En la mayor parte de los textos, el
personaje que se enfrenta al hecho sobrenatural evidencia signos de duda ante
lo que ve y debe optar entre las dos explicaciones (considerarlo producto de su
imaginación o parte de la realidad regida por leyes nuevas). Pero el lector
también debe identificarse con ese sentimiento. Porque el fantástico implica
una “manera de leer”: se demanda determinada
actitud del lector, que tiene que entrar en el juego e integrarse en el
mundo de los personajes. Un lector que no cumpla con este pacto de lectura
corta de inmediato con la condición de lo fantástico.
Les
propongo lo siguiente: Una vez que lean la teoría de hoy, vuelvan a leer el
cuento de Cortázar y ver el corto que les dejé en el último posteo. La
actividad consiste en responder esta consigna:
Según la teoría de Todorov, Casa tomada, ¿Podría clasificarse como
un cuento fantástico puro? ¿Por qué?
Tienen tiempo de enviarme la respuesta hasta el
lunes 17. Previamente, los espero el viernes 14 a las 14hs para charlar sobre
esto en una reunión de Meet. Les dejo el link para que puedan unirse: https://meet.google.com/fnk-fexn-esn
¡Les mando
un fuerte abrazo y muchos cariños!
María
Victoria