¡Hola, chicos y chicas! ¿Cómo andan?
Vamos a continuar
trabajando con puntuación. Esta vez, es el turno de un signo de puntuación que es muy
necesario cuando escribimos y que, sin embargo, suele traer muchos problemas:
la coma. ¿Por qué digo que suele traer muchos problemas? Porque muchas veces se
colocan comas que no se deben usar y otras veces, en cambio, no se colocan
comas que sí se deben usar.
Miren lo que pasa
cuando usamos mal una coma. El siguiente titular apareció en un diario de
España en 2014. En el titular, se habla de un cantante español llamado Pablo Alborán (tal vez
lo conocen, tal vez no, pero es suficiente con saber que es un cantante
español). Fíjense cómo está escrito el titular. Presten atención a la coma:
El titular dice: “Pablo
Alborán, reina en la música española”. ¿Qué quiere decir esto? Quiere decir que
Pablo Alborán ¡es la reina en la música española! ¿Tienen sentido? ¡No! Entonces, ¿cómo debería estar escrito el titular? Hagamos la corrección: Pablo Alborán reina en la música española.
Sin coma, entonces, el sentido cambia: ahora el titular quiere decir que este
cantante reina, es decir, triunfa, tiene mucho éxito en la música de España.
Entonces, lo que les
propongo para la semana que viene es el siguiente desafío sobre los usos de las comas. Relean el comienzo
del mito de Perséfone, que ya trabajamos:
La diosa de los cultivos, Démeter, tenía una hermosa hija, a quien todos llamaban Core, “muchacha” entre los griegos. A Core le gustaba dar largos paseos por los campos verdes.
Una tarde, Core no volvió de su paseo. Démeter, desesperada, abandonó el Olimpo para buscar a su niña perdida. La buscó durante nueve días, sin comer, beber ni descansar, desgreñada y sombría. Por todos los rumbos buscó y preguntó, pero nadie conocía el paradero de Core.
Tienen tiempo para
mandarme este desafío hasta el martes 22/09 a la mañana. El martes 22 por la tarde subiré la
solución al blog.
¡Los espero!
Saludos,
Prof. Ángeles