¡Hola, chicos! ¿Cómo están? Espero que bien y
cuidándose. Como verán, les dejé la devolución de sus últimos trabajos en el
mail. Los que estén atrasados (o un poco perdidos y no sepan si deben o no
algún trabajo) escríbanme, ya sea por dudas, consultas o para avisarme cómo
vienen con las actividades.
Hoy les traigo un tema nuevo para que empecemos a trabajar, aunque ¡vamos a volver a los cuentos en breves!. Como les dije en las devoluciones de la primera actividad, vamos a ahondar un poco más en un tema que seguramente ya vieron en otros años, pero que siempre en bueno repasar. Nos toca hablar clases de palabras. ¡Vamos a eso!
El sustantivo
Los sustantivos son palabras que permiten nombrar diferentes entidades: seres,
objetos físicos y psíquicos, acciones, cualidades, sensaciones y relaciones. La
combinación entre un sustantivo (un núcleo) y las palabras que lo modifican
(los artículos y los adjetivos, entre otras opciones) se denomina construcción sustantiva: la casa naranja; los chicos de primer año; el árbol.
Clasificación de los
sustantivos
Según su
significado, los sustantivos se clasifican en dos grandes grupos:
·
Sustantivos
propios: nombran
personas, lugares o instituciones en particular,
sin dar características de clase. Para reflejar esa particularidad, se escriben
siempre con mayúscula. Por ejemplo: Paula, República Argentina, Rodríguez.
·
Sustantivos
comunes: indican de
manera general a qué clase pertenece
lo nombrado. Por ejemplo: gato designa a todo animal que comparte las
características específicas de los gatos (felino, cuatro patas, bigotes, etc.).
Dentro de los
sustantivos comunes, se distinguen los siguientes subtipos:
Según el tipo de entidad que nombran:
- · Concretos: Representan entidades que se pueden percibir a través de los sentidos: silla, cartuchera, canción.
- · Abstractos: Designan aquello que no se puede percibir a través de los sentidos, como procesos, sentimientos o conceptos. Por ejemplo: aprendizaje, alegría, idea.
Muchas veces, los sustantivos abstractos se forman a partir de verbos (transformar -> transformación) o adjetivos (elegante -> elegancia).
Según la cantidad
de entidades que nombran:
- ·
Individuales: En singular, se refieren a un solo
individuo: álamo, perro, abeja.
- ·
Colectivos: En singular, se refieren a un conjunto
de individuos que pertenecen a la misma clase: alameda (conjunto de
álamos), jauría (conjunto de perros), enjambre (conjunto de abejas).
¡Atención! No hay que confundir un sustantivo colectivo con la forma plural
de un sustantivo individual. Por ejemplo: no es lo mismo decir Estos libros
son entretenidos (plural) que Esta biblioteca
es entretenida (colectivo).
El género y el número de los
sustantivos
Los sustantivos
tienen género femenino o masculino y número singular o plural. Sin
embargo, no todos manifiestan estos rasgos de la misma manera: algunos cambian su terminación mientras que
otros no varían.
Género
·
Cambian
su terminación
o
Varían
en su terminación para expresar género femenino o masculino: -o /
-a (alumno, alumna); -e / -a (nene, nena); -r / -triz (emperador, emperatriz); -e / -esa (duque,
duquesa).
·
No
varían
o
Expresan
siempre un mismo género: luna siempre es un sustantivo femenino; árbol siempre es un sustantivo
masculino.
o
Tienen
una misma forma para referirse a entidades tanto masculinas como femeninas: el concertista / la concertista; el testigo /
la testigo; el estudiante / la estudiante.
o
Pueden
utilizarse tanto en femenino como en masculino para hacer referencia a la misma
entidad: el mar / la mar; el lente / la
lente. Se los conoce como sustantivos ambiguos.
Si bien el significado no cambia, la
preferencia por un género u otro dependerá del contexto y del sentido que se
quiera transmitir. Por ejemplo, la mar
suele estar asociado a contextos más bien poéticos.
Número
·
Cambian
su terminación: Varían
para expresar el número plural: -s (chico
/ chicos); -es (tambor / tambores).
·
No
varían:
o
Los
sustantivos terminados en –s o –x con acentuación grave o esdrújula mantienen
la misma forma en singular y en plural: el jueves / los jueves; el tórax / los
tórax.
o
Algunos
sustantivos presentan solo una forma singular (sed, hambre) o solo una forma
plural (víveres, nupcias).
Sustantivos en contexto
Es importante
tener en cuenta el contexto oracional en que un sustantivo aparece para
corroborar su clase, porque esta puede cambiar de oración en oración. Por ejemplo:
·
Tené
cuidado, están arreglando la entrada. à Sustantivo concreto. Se refiere al
espacio físico por donde se ingresa.
·
La entrada
de la directora asustó a los alumnos. à Sustantivo abstracto. Se refiere al proceso de entrar.
Adjetivos y artículos
Los adjetivos y los artículos son clases de palabras que modifican de manera directa a un sustantivo: aportan información sobre esa entidad.
Los adjetivos
Los adjetivos expresan características de una entidad. Por ejemplo, decir que una mesa es ancha significa asignarle al
objeto mesa la característica de ser ancha.
Para hacerlo concuerdan en género y número con el
sustantivo al cual modifican, por eso son palabras variables (mesa ancha, mesas anchas, sillón ancho). Sin embargo,
algunos adjetivos son invariables en cuanto al género (la bandeja
brillante, el jarrón brillante). Además, tenemos que tener en cuenta que cuando
un adjetivo modifica a dos sustantivos al mismo tiempo, uno masculino y otro
femenino, la concordancia se dará utilizando un adjetivo invariable o en
masculino (los chicos y las chicas brillantes, las remeras y los buzos
coloridos).
Clasificación de los adjetivos
·
Calificativos: Atribuyen cualidades
a los sustantivos a los que modifican. (lindo, feo, grande, chico, marrón).
·
Numerales: establecen una relación numérica o de cantidad
con el sustantivo al que modifican. Se dividen en cinco subtipos:
o
Cardinales: expresan una cantidad exacta (cuatro personas).
o
Ordinales: indican un orden (cuarto hijo).
o
Partitivos: establecen una división (medio año).
o
Múltiplos: expresan una cantidad multiplicada (doble sorpresa).
o
Distributivos: indican una repartición de los sustantivos (un libro a cada chico).
·
Gentilicios: Determinan la procedencia o lugar de origen del sustantivo al que acompañan
(barco español, amigo porteño).
Los artículos
·
Indeterminados: un,
una, unos unas. Se
utilizan para presentar un sustantivo por primera vez en el discurso o para
referirse a una entidad como parte de una clase (Me encontré con un amigo; Aunque no parezca, esa es una cartuchera).
·
Determinados: el, la, lo,
los. Se usan cuando el referente ya se conoce o se da por supuesto (El amigo con el que me encontré también
juega al fútbol).
Como los
adjetivos, los artículos varían en género y número y concuerdan con el
sustantivo al cual acompañan. Muchas veces los artículos señalan el género de
un sustantivo, como ocurre con los ambiguos (el mar / la mar) y con aquellos
que tienen significado diferente según sean femeninos o masculinos (el guía /
la guía).
Casos especiales
Los sustantivos
femeninos que empiezan con una A acentuada o tónica (agua, águila, hambre)
presentan su propia particularidad en cuanto a los artículos:
- En
singular llevan artículo masculino, pero adjetivo femenino (el agua fresca, un
agua oscura).
- Cuando
el adjetivo precede al sustantivo singular, el artículo será femenino (la
oscura agua).
- En
plural, tanto los artículos como los adjetivos respetan siempre la concordancia
con el género femenino del sustantivo (las aguas cristalinas, unas oscuras
aguas)
El artículo
neutro LO representa un caso especial, ya que no modifica a un sustantivo,
sino a un adjetivo, caracterizado como una entidad: A Juan le gusta lo bueno; Me divierte lo extraño. Por su carácter neutro, es
invariable en género y número.
ACTIVIDADES
Leer el siguiente
texto para luego resolver las consignas:
Balada de los
abuelos
Sombras que sólo yo veo,
me escoltan mis dos abuelos.
me escoltan mis dos abuelos.
Lanza con punta de hueso,
tambor de cuero y madera:
mi abuelo negro.
tambor de cuero y madera:
mi abuelo negro.
Gorguera en el cuello ancho,
gris armadura guerrera:
mi abuelo blanco.
gris armadura guerrera:
mi abuelo blanco.
Pie desnudo, torso pétreo
los de mi negro;
pupilas de vidrio antártico
las de mi blanco.
los de mi negro;
pupilas de vidrio antártico
las de mi blanco.
África de selvas húmedas
y de gordos gongos sordos…
—¡Me muero!
(Dice mi abuelo negro).
Aguaprieta de caimanes,
verdes mañanas de cocos…
—¡Me canso!
(Dice mi abuelo blanco).
Oh velas de amargo viento,
galeón ardiendo en oro…
—¡Me muero!
(Dice mi abuelo negro.)
¡Oh costas de cuello virgen
engañadas de abalorios…!
—¡Me canso!
(Dice mi abuelo blanco.)
¡Oh puro sol repujado,
preso en el aro del trópico;
oh luna redonda y limpia
sobre el sueño de los monos!
y de gordos gongos sordos…
—¡Me muero!
(Dice mi abuelo negro).
Aguaprieta de caimanes,
verdes mañanas de cocos…
—¡Me canso!
(Dice mi abuelo blanco).
Oh velas de amargo viento,
galeón ardiendo en oro…
—¡Me muero!
(Dice mi abuelo negro.)
¡Oh costas de cuello virgen
engañadas de abalorios…!
—¡Me canso!
(Dice mi abuelo blanco.)
¡Oh puro sol repujado,
preso en el aro del trópico;
oh luna redonda y limpia
sobre el sueño de los monos!
¡Qué de barcos, qué de barcos!
¡Qué de negros, qué de negros!
¡Qué largo fulgor de cañas!
¡Qué látigo el del negrero!
Piedra de llanto y de sangre,
venas y ojos entreabiertos,
y madrugadas vacías,
y atardeceres de ingenio,
y una gran voz, fuerte voz,
despedazando el silencio.
¡Qué de barcos, qué de barcos,
qué de negros!
¡Qué de negros, qué de negros!
¡Qué largo fulgor de cañas!
¡Qué látigo el del negrero!
Piedra de llanto y de sangre,
venas y ojos entreabiertos,
y madrugadas vacías,
y atardeceres de ingenio,
y una gran voz, fuerte voz,
despedazando el silencio.
¡Qué de barcos, qué de barcos,
qué de negros!
Sombras que sólo yo veo,
me escoltan mis dos abuelos.
me escoltan mis dos abuelos.
Don Federico me grita
y Taita Facundo calla;
los dos en la noche sueñan
y andan, andan.
Yo los junto.
y Taita Facundo calla;
los dos en la noche sueñan
y andan, andan.
Yo los junto.
—¡Federico!
¡Facundo! Los dos se abrazan.
Los dos suspiran. Los dos
las fuertes cabezas alzan:
los dos del mismo tamaño,
bajo las estrellas altas;
los dos del mismo tamaño,
ansia negra y ansia blanca,
los dos del mismo tamaño,
gritan, sueñan, lloran, cantan.
Sueñan, lloran. Cantan.
Lloran, cantan.
¡Cantan!
¡Facundo! Los dos se abrazan.
Los dos suspiran. Los dos
las fuertes cabezas alzan:
los dos del mismo tamaño,
bajo las estrellas altas;
los dos del mismo tamaño,
ansia negra y ansia blanca,
los dos del mismo tamaño,
gritan, sueñan, lloran, cantan.
Sueñan, lloran. Cantan.
Lloran, cantan.
¡Cantan!
1)
Copiar y pegar sustantivos extraídos del poema junto con el o los adjetivos que
lo modifican. Dar dos ejemplos para cada género y número indicados:
Masculino
singular:
Masculino
plural:
Femenino
singular:
Femenino
plural:
2)
Observar la concordancia: «venas y ojos entreabiertos». ¿Cuál es el género de
cada sustantivo? ¿Qué género tiene el adjetivo que los modifica? ¿Por qué?
3)
¿Cuáles de estos adjetivos extraídos del poema no varían en género? ¿Qué género
tienen el sustantivo al que modifican?
blanco
dos
fuerte
gran
gris
largo
negro
verdes
4)
Reponer en el siguiente texto los adjetivos que faltan, teniendo en cuenta no
solo el significado, sino también la concordancia en género y número con el
sustantivo al que modifica cada uno.
«Locus
amoenus», de David Roas
La
tarde es ____________. Tras un ____________ día de calor, una ____________
brisa refresca el ambiente. Sentado en un banco del parque, disfruto a solas y
en silencio de un momento casi ____________.
El cuerpo de la niña se estrella a mi lado con su
____________ ruido de fruta ____________. Miro hacia arriba. El ____________
cuerpo –el de un niño esta vez– cae unos instantes más tarde, a ____________
metros del banco. Después cae otro, y otro más. La tormenta ha empezado.
característico
deliciosa
largo
leve
madura
perfecto
pocos
segundo
Unirse a la
reunión Zoom
ID de reunión:
768 0294 1758
Contraseña:
1hc6xZ
Les mando un saludo y muchos cariños
María Victoria.