Antes que
nada, quiero hacerles una aclaración. No sé por qué, pero en
la última publicación, para la actividad sobre la gran inmigración
puse una fecha de entrega inexistente, ya que el lunes 25/06 no existe en el
calendario de 2020 (¡!). Disculpen el error y gracias, Cecilia, por hacérmelo
notar. Dicho esto, entonces, tienen tiempo de entregar la actividad hasta el
jueves 25/06.
Aprovechando
que están viendo (o a punto de ver) la producción de Canal Encuentro sobre la
gran inmigración, me gustaría que hoy veamos el comienzo de la obra de teatro
que vamos a estar trabajando los próximos días: Babilonia, de Armando
Discepolo. Recuerden que Babilonia es una obra de teatro que trata de un
grupo de criados que trabajan en la casa de una familia de clase alta. Me
gustaría, entonces, ver con ustedes cómo la obra tiene una relación muy
estrecha con el contexto histórico en que Discepolo la escribe y la estrena en
el teatro.
Observemos
la primera página del texto (toquen la imagen para poder leer bien):
¿Qué información nos da la primera página? Como habrán
visto, debajo del título hay un subtítulo que aclara: “Una hora entre criados”.
Dice “entre criados” porque la mayoría de los personajes lo son, y dice “una
hora” porque la representación teatral dura aproximadamente ese tiempo. Más
abajo, aparece el año del estreno de la obra, es decir, el año en que por
primera vez se representó en un escenario, cosa que ocurrió en 1925. Aparece
también el nombre y apellido del autor, y se aclara que es una obra en un acto.
Esto significa que la obra no va a estar dividida en diferentes actos sino que
se va a desarrollar en uno solo. Recuerden que, en general, cuando comienza un
acto se encienden las luces de la escena o se abre el telón, y el final del
acto se señala con la caída del telón o con el oscurecimiento del escenario.
Acá, sin embargo, en principio vamos a ver que Armado Discepolo pensó la obra
en un solo acto, ya veremos el porqué.
A
continuación, tenemos una dedicatoria de Discepolo, quien le dedica su obra a
un amigo, y finalmente el reparto, es decir, la lista de los personajes. Observen
bien esa lista: ¿qué pueden decir acerca de las ocupaciones de los personajes? ¿Y
sobre sus orígenes? ¿Cómo se podría conectar todo esto con el contexto histórico?
Miren bien un detalle: la acción de la obra tiene lugar en Buenos Aires.
Veamos
ahora cómo comienza la obra. Leamos la segunda página (toquen la imagen para ampliarla):
Como habrán visto, la obra comienza con un
párrafo escrito en itálicas y entre paréntesis ( ). Decimos,
entonces, que es una acotación. Recuerden que, en los textos dramáticos,
que están pensados para ser representados en un escenario, las acotaciones son
las indicaciones escénicas. ¿Qué indicaciones nos da entonces esta
primera acotación? Fíjense que nos informa sobre cómo debería ser la decoración
del escenario para representar el lugar donde ocurrirán los hechos: un sótano
de una casa, en el que están la cocina y las “dependencias” de los criados.
También hay otra aclaración importante: son las 22.30 horas y es una noche de
invierno. Con lo cual, si retomamos lo que dijimos antes sobre la duración de
la obra, concluimos que la acción tendrá lugar entre las 22.30 y las 23.30
horas de una noche invernal en Buenos Aires. Finalmente, la acotación inicial
nos introduce a algunos de los personajes: al comenzar la obra, José, vestido
de negro, está de pie y brazos cruzados, usando anteojos negros. Detrás de él se
encuentra Lola, y también aparece Isabel mirándose a un espejo. Si leyeron el
reparto, es decir, la lista de personajes, habrán visto quién es quién.
Veamos ahora la tercera página (toquen la imagen para ampliarla). Allí encontrarán
parte de la primera conversación que tiene lugar en la obra. Observen
especialmente a los personajes y su modo de hablar: ¿notan algo en
particular en la manera de hablar de José y de Eustaquio? ¿Cómo dirían que es
la relación entre ambos? ¿Se llevan bien o mal? ¿Cuál les parece que puede ser el rol tienen Lola e Isabel en
la conversación de los personajes masculinos?
Para ir
terminando, entonces, me interesa volver a los aspectos formales de los textos
dramáticos, que son los textos pensados para ser representados en un escenario.
Como vemos en el fragmento anterior, los textos dramáticos están conformados
por parlamentos y acotaciones. Los parlamentos son las frases que
dicen los personajes. Los reconocemos porque aparecen después de los nombres de
los personajes. Las acotaciones, en cambio, no son frases dichas por los
personajes, sino que son las indicaciones que en este caso Discepolo pensó para
la representación de la obra. ¿Cómo las reconocemos? Como ya dijimos, aparecen en
itálica y entre ( ). Las acotaciones pueden explicar cómo se distribuye el
espacio en la escena, pueden describir la escenografía, el vestuario, los
gestos y las voces de los personajes, así como sus movimientos y desplazamientos
en la escena. Fíjense que, a diferencia de “El matadero” y “La hija del
mazorquero”, que son cuentos y que, por lo tanto, tienen un narrador, Babilonia
es otro tipo de texto: NO hay narrador. ¿Cómo nos enteramos entonces de lo
que pasa? Viendo qué es lo que dicen los personajes.
Los invito
entonces a revisar estas tres primeras páginas y responder las preguntas que
les fui dejando. Les propongo esto: el primero o la primera que responde correctamente las preguntas y me manda las respuestas, tiene premio 🏆 . Recibo respuestas hasta el viernes.
Para quienes puedan avanzar un poco más, les comparto la obra completa, así empiezan a leerla:
Para quienes puedan avanzar un poco más, les comparto la obra completa, así empiezan a leerla:
Espero
entonces sus trabajos sobre la gran inmigración. Recuerden: hasta el jueves 25/06.
Cualquier duda, me escriben.
Saludos y
buena semana,
Prof.
Ángeles