Vamos a seguir
trabajando hoy con puntuación.
Primero que nada, volvamos
al desafío
que les dejé el martes pasado. Estoy muy contenta porque participaron 21 de ustedes;
¡récord de participantes esta vez! Este desafío trabajaba con cinco oraciones.
Cada oración está compuesta por las mismas palabras. Sin embargo, las cinco
oraciones se leen de manera diferente y significan cosas distintas. Esto último
lo habíamos visto en otro desafío, ¿recuerdan?
Entonces, en la primera
parte del desafío, ustedes tenían que escuchar audios y relacionar oralidad con
escritura, es decir, descubrir qué audio correspondía a cada oración. En la
segunda parte del desafío, tenían que determinar el significado de cada
oración. Tal como se puede ver en las respuestas, fíjense que la presencia y la
posición de los signos de puntuación no solo cambia el modo en que esas
oraciones se leen, se pronuncian, sino que también modifica el significado. Miren
la solución:
Solución del desafío
Ahora, el momento más esperado. Los ganadores y las ganadoras. ¡Felicitaciones a Sophie C., Rubí, Noelia, Iara, Carlos F., Carlos H. y Santiago S. por haber respondido bien las 10 preguntas! 🏆 Felicito también a todos los que se sumaron a participar. Más allá de la cantidad de respuestas correctas que haya tenido cada uno, su participación será más que valorada y tenida en cuenta.
¡Atención! Les dejo una tarea sencilla para todos (sí,
también para los participantes del desafío). Estamos viendo cómo usar bien los
signos de puntuación es fundamental cuando escribimos. Si nos olvidamos de algún
signo o lo usamos en el lugar equivocado, podemos transmitir un mensaje
distinto del que queríamos transmitir. Pero también, vemos que los signos de puntuación
son fundamentales cuando leemos un texto en voz alta. Entonces, como tarea para
la semana que viene, les dejo un texto muy cortito, que nos cuenta la historia de dos personajes de la mitología griega muy conocidos: Eco y Narciso.
Instrucciones:
- Primero, lean el texto en silencio. Léanlo más de una vez. Miren bien de qué se trata, qué ocurre, miren los signos de puntuación.
- Luego, lean el texto en voz alta, por lo menos una vez.
- A continuación, grábense leyendo en voz alta. Solo cuando estén listos. Pueden usar cualquier app para grabar audio (si no tienen ninguna en el celular, les recomiendo bajar del play store una app que se llama “Grabadora de voz fácil”. Es muy fácil de usar, como indica su nombre, que permite grabar audios y mandarlos por mail. Entonces, cuando estén listos, grábense leyendo en voz alta el texto (solo el audio) y mándenme por mail el audio.
- Tienen tiempo hasta el martes 18/08.
Eco y Narciso
De repente, apareció la celosa Hera, su esposa, y las ninfas, que conocían su carácter vengativo, se preguntaban cómo escapar sin que ella las reconociera. Entonces, la ninfa Eco, que era una gran conversadora, se interpuso en el camino de Hera y comenzó a hablarle y a hablarle sin parar, mientras las otras ninfas aprovechaban para huir. Cuando se dio cuenta de la estrategia, la diosa le dijo a Eco:
—¡Desde hoy, tú sólo hablarás última y podrás decir las últimas palabras de aquello que escuches!
Y así fue. Desde entonces, Eco sólo puede repetir lo que los demás dicen. Incluso en lo referido a su propio amor.
Cuentan que, al ver a Narciso, un joven dotado de una singular belleza, lo miró embelesada y quedó enamorada de él, pero no reunió el valor suficiente para acercarse. En sucesivas jornadas lo seguía en sus paseos, siempre a distancia, temerosa de ser vista.
Un día, un ruido que hizo al pisar una ramita, alertó a Narciso de su presencia y la descubrió. Eco se puso pálida y luego enrojeció cuando Narciso se dirigió a ella.
—Eco, ¿qué haces aquí? ¿Por qué me sigues?
—Aquí… me sigues… —fue lo único que Eco pudo decir, maldita como estaba, habiendo perdido su voz.
Narciso siguió hablando y Eco nunca pudo decir lo que deseaba. Ella lo miró expectante, ansiosa. Pero la risa helada del hermoso joven la desgarró. Así, mientras Narciso se reía de ella, de sus pretensiones, del amor que albergaba en su interior, Eco moría.
Némesis, la diosa de la venganza, para hacer justicia con la ninfa, movió los hilos del destino de Narciso para que se viera reflejado en el agua de un río (un viejo sabio había predicho que, si Narciso observaba su imagen, su vida se acabaría). Quedó tan conquistado y enamorado por aquello que el agua le devolvía (que no era más que la imagen de él mismo reflejada) que se sumergió en las aguas para nunca más salir.
¡Espero sus audios! Recuerden, hasta el martes 18/08. Cualquier duda, me dicen.
Saludos,
Prof. Ángeles