¡Hola a todos/as! ¿Cómo están?
Recibí los audios de varios (mejor dicho, varias) de ustedes sobre “Casa
tomada”. Quienes estén demorados/as con esta última actividad, por favor
pónganse al día en cuanto puedan. Recuerden que la consigna estaba acá.
En los próximos días, estaré escuchando cada audio y enviándoles la devolución.
Mientras tanto, les pido que miren un fragmento de un programa televisivo
en el que el filósofo José Pablo Feinmann lee el cuento y hace una interpretación
en clave política.
Antes de pasar al video, detengámonos en el título del cuento: “Casa
tomada”. Si reparamos un momento en las dos palabras que conforman este título,
y desempolvamos nuestros conocimientos de lengua, vemos rápidamente que el
título incluye un sustantivo común (casa) y un participio (tomada).
Es decir, una casa (la de los hermanos protagonistas) que es o está tomada.
Si completamos el sentido, entonces, vemos que lo que el título nos anticipa es
el destino de la casa y el final del cuento: La casa es tomada.
Tenemos, entonces, una oración en voz pasiva. Fíjense esta observación es
muy importante. ¿Por qué? Porque la voz pasiva no siempre, pero muchas veces,
lleva un complemento agente que empieza con la preposición por.
Entonces, podríamos decir: La casa es tomada por… y completar con el
agente. Es decir, con el que hace la acción, con el que toma la casa. Sin embargo,
no sabemos quién o quiénes toman la casa. Al haber una voz pasiva encubierta,
sabemos cuál es la acción (tomar) y sabemos cuál es el lugar o el objeto
tomado (la casa) pero no sabemos quién es el agente, quién es el que
hace la acción. Es decir, no sabemos quiénes toman la casa. Y, de hecho, no lo sabemos
una vez que terminamos de leer el cuento: ¿quiénes son los “intrusos”? ¿Por qué
los hermanos deciden irse de la casa y abandonarla? ¿Por qué se resignan con
tanta facilidad? ¿Por qué no luchan contra aquello que los está echando de la
casa familiar que han heredado? En resumen, la gran pregunta es: ¿Qué o quién va tomando paulatinamente la casa?
¿Nunca se preguntaron para qué sirve el análisis sintáctico? Bueno,
¡precisamente sirve para esto! Toda esta reflexión la podemos hacer pensando
solo en dos palabras: Casa tomada. ¿Y a qué viene todo esto? Todo esto
viene a que este cuento de Cortázar ha sido leído e interpretado de diversas
maneras. En la publicación anterior, les compartí un video de Cortázar (pueden
volver a verlo acá) en el que él
mismo se refiere a estas lecturas e interpretaciones.
¿Por qué nos interesan las diversas lecturas e interpretaciones que se han
hecho de “Casa tomada”? Porque estamos a punto de leer otro cuento, “Cabecita
negra”, que es una lectura más de “Casa tomada”.
Volvamos a “Casa tomada”. Lo que vamos a ver hoy es una lectura en clave
política, que en este caso es la lectura de “Casa tomada” por Feinmann.
Feinmann no es profesor de Literatura, sino que es filósofo, y va a hablar de
la metáfora de la casa tomada. Es decir, va a hacer una interpretación en
clave metafórica: de acuerdo con su punto de vista, si queremos entender profundamente
“Casa tomada”, debemos ir más allá del sentido literal de lo que implica una
casa tomada o usurpada por una presencia misteriosa. Miren y presten atención a lo que dice
Feinmann: ¿quiénes serían los hermanos? ¿qué representaría la casa? ¿quién o
qué toma la casa?
Una vez que hayan visto el video y hayan tomado nota de la interpretación
de Feinmann, van
a volver a leer “Casa tomada” y van a buscar citas textuales en el cuento
que apoyen esta interpretación. Cuando tengan algunas citas, van a entrar en la
siguiente presentación colaborativa y colectiva y van a copiar las citas que encontraron:
Presentación: La
metáfora de la casa tomada
Dentro de la presentación van a encontrar instrucciones específicas acerca
de cómo participar. Tienen tiempo para completar esta actividad hasta el
próximo lunes 28/09. Cualquier duda, me avisan y la vemos. ¡Los espero!
Saludos,
Prof. Ángeles