El martes estuvimos charlando en Telegram sobre el último cuento, “Isis”,
de Silvina Ocampo. Fuimos viendo cómo los hechos se van desarrollando hasta
llegar al final, en el que ocurre algo que es sorprendente y que nos deja a los
lectores con la duda: ¿qué pasó con Isis? ¿Cuál es su naturaleza: humana o
animal? ¿Por qué tiene un comportamiento extraño? Vimos, entonces, que “Isis”
no es un cuento realista. Si se perdieron la conversación, pueden verla
entrando acá.
¿Se acuerdan de las pinturas
de Magritte? En todas ellas había un componente irreal, algo que no puede
ocurrir en nuestro mundo, tal y como lo conocemos. Los cuentos como “Isis”,
entonces, son cuentos fantásticos, que al principio narran una historia que incluye una situación cotidiana y realista. Sin embargo, esa situación más adelante es interrumpida por un hecho
inexplicable o sobrenatural, que parece imposible desde un punto de vista
lógico o racional. En el caso de “Isis”, ese hecho tiene lugar justo al final
del cuento, cuando Isis se transforma (¡Perdón por el spoiler!). Es ahí cuando
los lectores y la narradora dudamos: ¿creemos o no en ese hecho?
Hoy les comparto otro cuento de la misma autora, Silvina Ocampo. Se
llama “La soga”. Además de que es súper corto, tiene la virtud de estar muy
bien escrito. ¡Disfruten la lectura!
Finalmente, les pido que vayan haciendo los siguientes ejercicios en la
carpeta. Muy pronto los pido.
Nos encontramos, como siempre, en Telegram. Cualquier duda, me dicen.
Un abrazo para todos/as,
Prof. Ángeles