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martes, 17 de marzo de 2020

2 B historia


Trabajo para 2 B HISTORIA. 
CLAUDIA CASA.
Fecha de entrega 25/03 hasta las 20 hs
Trabajo práctico individual
enviar archivo adjunto en WORD a: historia.ccasa@gmail.com

Historia del libro en la Edad Media por Imna Ortiz Arena

Tras la caída del Imperio de occidente la decadencia, el empobrecimiento y el analfabetismo asolaron el territorio. La escritura sólo interesa a las clases superiores responsables de la administración civil y religiosa. El libro queda relegado a los monasterios en manos de monjes que trabajaban para mayor gloria de Dios y, gracias a ellos, se han conservado los grandes conocimientos. Los primeros monasterios surgieron en el oriente, de monjes que huían de la corrupción del Imperio, luego se trasladaron a zonas apartadas inglesas, irlandesas y zonas montañosas. Buena parte del tiempo lo dedicaban a la lectura y al estudio de la palabra de Dios, porque debían huir de la ociosidad. Como la Biblia estaba en latín y griego, estudiaban estas lenguas clásicas.


Los monasterios importantes destinaron una habitación para la confección de libros: el escritorio. Trabajaban a la luz del día, no disponía de luz artificial (teas o velas) por el temor a posibles incendios. Hasta los siglos XI-XII no aparecen las mesillas, por lo que escribían sobre las rodillas. La vida de los escribas era dura y sobre los 30 años tenían que dejar la labor.

A partir de los siglos IV-V se imponen la pluma de ave y el cálamo de caña con tinta negra y roja para rubricar, obtenidas a base de vitriolo y ácido gálico. El pergamino se obtenía principalmente de las pieles de corderos, cabras y terneros de las granjas del monasterio sometidas a una gran manipulación. Los escribas se preocupaban de guardar la proporción entre la altura y anchura de su trabajo, también de respetar la mancha de tinta o caja y de distribuir los márgenes. Terminada la copia final del texto, el copista ponía la suscripción, que constaba del explícito título, la datación, día, mes y año y el nombre del soberano reinante, después unas palabras de satisfacción por su duro trabajo, piden al lector su bendición, que no estropeen la obra que tienen entre sus manos y la enviaban a la encuadernación donde se cosían los cuadernos enumerados y se cubrían con varias hojas de piel o con unas tapas de madera forradas de cuero.

Eran siglos de pobreza y el material escritorio, reducido a pergaminos, escaseaba. Se pusieron de moda los palimpsesto, antiguos códices que se borraban raiendo la piel o disolviendo lo escrito con leche, queso o cal viva. Hoy en día, por procedimientos fotográficos, rayos infrarrojos o ultravioletas, se han podido leer textos primitivos perdidos que fueron borrados en algunos palimpsestos. De los principales estudiados por Chatelain están De Republica de Cicerón o las instituciones de Gayo.

Otro medio para conseguir aprovechar más superficie fue la adopción de un nuevo tipo de letra, la minúscula, que ocupaba menos espacio que la mayúscula utilizada. Parece ser que fueron los monjes irlandeses los que inventaron la minúscula. También se emplearon abundantes abreviaturas.

La figura de más interés de la España visigoda fue Isidoro de Sevilla (570-636). Su obra, Etimologías, es una enciclopedia en la que intentó recoger todos los conocimientos y explicarlos a través de sus nombres. Durante muchos siglos se consideró fuente primordial del saber.

A finales del siglo VIII, Carlomagno hereda la zona franca y crea un gran imperio que ambiciona llegar a ser un nuevo Imperio Romano. Para dominar un territorio tan grande necesitaba una buena administración y una renovación cultural. Abrió la escuela Palatina de Aquisgrán y se atrajo a los mejores sabios para que pudieran estudiar con tranquilidad. Para unificar la gran variedad de letras se creó la letra carolina.

España está ocupada desde el siglo VIII por los musulmanes. La cultura perdura en mano de los mozárabes, cristianos que viven bajo el nuevo dominio y que serán los encargados de transmitirla a los pequeños reinos incultos del norte.


Baja Edad Media. (XIII-XV)
Se abre este período con tan buena situación económica en el campo que provocó el resurgimiento de las ciudades. Se generalizó el comercio y se constituyen sociedades para luchar por sus intereses y contra los feudos. La urbanización hace que los centros de estudio se desplacen de los monasterios a las catedrales de la ciudad. Aumentó la población estudiantil y ya en el XII apareció la figura del maestro, que ya no es un monje, sino un miembro del clero secular. Se tocaban todas las disciplinas, pero se estudian en profundidad la dialéctica y la lógica para llegar a la verdad filosófica, la retórica para expresarse por escrito y la medicina y el derecho.

El deseo de saber se vio colmado por la traducción de la ciencia árabe llevada a cabo por la Escuela de Traductores de Toledo, ciudad con gran tradición cultural donde coincidían miembros de las tres religiones, musulmanes, judíos y cristianos.

Crecen los conocimientos y la metodología, y a su vez el número de profesores y alumnos, dando lugar, ya en el XIII, a la aparición de las universidades. Las primeras en Francia son la de París, Montpellier y Toulouse; en Inglaterra, las de Oxford y Cambridge, y en España la de Palencia, trasladada a Valladolid, y la de Salamanca. El instrumento básico era el libro, claro está en latín, que se leía y comentaba en clase. Los profesores pertenecían a las nuevas órdenes mendicantes, franciscanos y dominicos, y destacaremos la figura de Santo Tomás de Aquino.

Estos acontecimientos sumados al crecimiento de la actividad comercial y contable y de la documentación administrativa condujeron al aumento de la demanda de libros. En el intento de aligerar la escritura la letra carolina evolucionó a la gótica. Se hace necesario reinventar la industria y el comercio del libro. Nacieron las estaciones o librerías, a cargo de un estacionario o librero autorizado por el rector universitario que también ponía precios a los libros. Era un objeto tan valioso que se conservaba por el propietario durante toda su vida y a su muerte era buscado por profesores, bibliófilos y libreros. El alquiler y copia de libros se hacía por el sistema de la pecia, «pieza» o «trozo», cuaderno en que se fragmentaba un libro y permitía la copia a varias personas. También seguían existiendo escribas o amanuenses.

El papel, invento chino, fue usado más que el pergamino en la España musulmana cuando, a partir del X se establecieron fábricas en los molinos cordobeses y en los toledanos. En el resto de Europa el papel tardó en difundirse porque consideraban que no era una materia noble. Su reconocimiento oficial como materia escritoria figura en Las Partidas de Alfonso X el Sabio, donde se indican los documentos importantes que deben ir en pergamino. En el Levante español adquirió fama la alta calidad del papel producido en Játiva, y aún en Marruecos se llama Satbí, jativense, al papel antiguo y de calidad. En el XIV la gran producción de papel pasó de España a Italia por el desarrollo del humanismo.

En Italia, iniciado por Petrarca, surgió el humanismo, movimiento que consideró el latín su lengua por estar en ella las obras de los grandes clásicos romanos de la antigüedad.

En España, Alfonso X el Sabio quiso convertir el castellano en instrumento de cultura superior frente al latín, redactó todos los documentos en su lengua materna y tradujo al castellano muchas obras científicas para que todos pudieran comprenderlas.
Los libros lujosos dejan de ser patrimonio de los monasterios o iglesias y son apetecidos también por la alta nobleza como pequeñas obras de arte. En el XII empieza a evolucionar la ilustración con el uso de oro en láminas y ya no limitándose a dibujos simbólicos sino relacionados con el texto. En el XIII Francia destaca en la producción de libro de arte y, como en las otras actividades artísticas, impera el estilo gótico. Los libros más lujosos son los Libro de Horas, con las oraciones de reyes y alta nobleza. Son, naturalmente, ilustrados y de pequeño tamaño. En España desaparecen los elementos orientales y, con Alfonso X, se impone el estilo gótico.

La encuadernación no sólo servía de resguardo y para unir los cuadernos del libro, también podía darle valor de obra lujosa. Solían ser de piel, leonada, roja oscura, morada o negra, pero también de maderas talladas, metales preciosos, plata y ricas telas que recubrían una encuadernación interior de piel. Utilizaban la técnica del estezado, humedeciendo la piel antes de la estampación, o la del gofrado, llamada en seco por hacerse con el hierro caliente.

En nuestro próximo número veremos un descubrimiento trascendental para la historia del libro, la imprenta.

Actividad
  1. Buscar las palabras en el diccionario y realizar cada uno su vocabulario
  2. ¿Qué pasó con la escritura con la caída del Imperio Romano de Occidente? ¿Por qué?
  3. ¿¿Qué importancia tuvieron los monasterios en la confección de libros?
  4. ¿¿Cómo se fueron realizando los libros y con qué materiales?
  5. ¿¿Por qué se pusieron de moda los palimpsestos?
  6. 5¿Cómo se difundía una copia y quién lo hacía?
  7. ¿Qué pasó con la urbanización y el libro?
  8. ¿Qué cambios  sociales económicos posibilitaron la ampliación de los interesados y las materias de estudio?
  9. ¿Cuándo apareció el papel  en occidente y de dónde es  su origen  y dónde se realizó el papel de alta calidad?
  10. ¿Por qué fue importante en Italia?
  11. ¿Qué movimiento cultural aprovechó este invento?¿Por qué?