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martes, 17 de marzo de 2020

4 b Tecnología de la Información- tp1


TECNOLOGÍA DE LA INFORMACIÓN 4° B-- TP1

Profesora: Silvana Fariña
Fecha límite de entrega: 25/03 hasta las 15 hs
Trabajo práctico individual 
Enviar un archivo en WORD, colocar como encabezado, nombre, apellido, curso y asignatura
enviar a: silvanafarinia@gmail.com

La demanda de empleo en la sociedad de la información

En el citado estudio del Observatorio de Empleo (Novick y Rotondo, 2011) se analizó también la relación entre el grado de complejidad de las TIC de las empresas y la dinámica de empleo. En este caso, el estudio concluye que existe una relación directa entre el grado de incorporación de TIC (a mayor incorporación, más compleja la estructura informática) y el nivel de salarios, lo que estaría dando cuenta, además, de mayores niveles de calificaciones y coincide con lo predicho por la literatura referida en las primeras secciones. Asimismo, los resultados obtenidos también muestran una escasa incidencia del teletrabajo (solo un 0,4% de las empresas) y una escasa sustitución de trabajadores por tecnologías. Es decir, la implementación de las TIC modifica las características de la demanda de empleo pero ello no se asocia ni a una menor cantidad demanda ni a cambios en la relación entre el trabajador y el lugar de trabajo.
Lo dicho pone de manifiesto dos cuestiones respecto de la demanda de empleo de la sociedad de la información:
1.         En primer lugar, que la demanda se complejiza en términos de capacidades, lo que eleva el mínimo de capacidades requeridas. Para aquellos que ya se encuentran en el mercado de trabajo, es posible que desde la empresa se ofrezcan actividades de capacitación. Quienes aún no entran, deberán arbitrar los medios necesarios para alcanzar ese mínimo. Desde luego, las nuevas generaciones estarán más “conectadas” con la tecnología que las generaciones pasadas; sin embargo, aquellos que no tienen acceso a una buena educación o quienes se han encuentran desempleados por un largo período de tiempo o quienes no cuenten con acceso a estas tecnologías fuera de los ámbitos formales de aprendizaje (la escuela y el trabajo) se encontrarán en desventaja y, por tanto, enfrentarán mayores desafíos a la hora de encontrar empleo.

2.         La segunda cuestión se relaciona con el hecho que el nivel de calificaciones es un blanco móvil. El avance de las tecnologías, lejos de simplificar los conocimientos requeridos para utilizarlas, requieren de saberes cada vez más complejos, más articulados, es decir, más “multimedia”. Para ejemplificar esto basta con recordar lo sencillo que era usar un teléfono celular hace cinco o diez años en relación a las capacidades que se requieren para usarlo hoy. Hace unos años, usar una fotocopiadora demandaba poner el papel a fotocopiar en la bandeja y luego presionar un botón, hoy nos demanda de una clave de acceso, la especificación de la alimentación, el tono, el dispositivo de salida, y en muchos casos, incluso, todo esto está explicado en inglés en la pantalla de la máquina.
Esto implica una formación permanente por parte de la fuerza de trabajo, formación que aunque puede ser recibida dentro de la empresa, también requiere de procesos y aprendizajes realizados fuera de ella. Algunos elementos del conocimiento demandado serán genéricos (saber cómo usar un procesador de texto), otros más específicos (saber cómo operar un sistema integrado de control de procesos). Al respecto, Bloom et ál. (2009) estudiaron el impacto de las TIC en un conjunto de empresas norteamericanas, con el objetivo de entender cómo estas tecnologías modifican la relación entre empleados y empleadores. Los autores observan que mientras que las tecnologías orientadas a la circulación de la información incrementan la autonomía de los trabajadores, aquellas destinadas a la mejora en la comunicación fomentan la centralización de las decisiones y, con ello, limitan la autonomía de los trabajadores de menor jerarquía.
En el primero de los casos, el acceso rápido y económico a la información otorga al trabajador la posibilidad de contar con la información necesaria para la toma de decisiones y esto mejora sus niveles de productividad en tanto cuenta con las herramientas necesarias para resolver problemas más o menos rutinarios. Desde luego, esto también mejora sus competencias y su capacidad de reacción, lo que incrementa en última instancia su nivel de productividad (imaginemos, por ejemplo, el menor costo en tareas de supervisión o el tiempo libre con que cuenta el supervisor para destinarlo a la búsqueda de mejoras en las rutinas). Como hemos visto, a mayores niveles de productividad, mayor será el nivel de salarios y, a mayores niveles de mejoras en los procesos (innovaciones), mayores las posibilidades de mejoras en la productividad.
En el segundo de los casos, en cambio, la mejoras en la comunicación facilitan los procesos de monitoreo y supervisión, como también la posibilidad de conocer en tiempo real los problemas que puedan surgir durante las rutinas operativas. La capacidad de procesamiento de información permite centralizar la información necesaria para la toma de decisiones al mismo tiempo que el abaratamiento de los costos de comunicación permite centralizar la toma de decisiones. Así, no se requiere de mayor autonomía en los trabajadores sino del cumplimiento de las directivas emanadas desde una jerarquía superior. Aunque la productividad de la firma puede aumentar, esto se hace a costa de trabajadores con menos competencias en el manejo de la información y por tanto en el uso de conocimiento y habilidades más simples asociadas al cumplimiento de órdenes. Desde luego, a menores requerimientos de conocimiento, menores serán los salarios.
Es decir, el impacto de las TIC en la demanda de empleo puede tanto incrementar la complejidad de las calificaciones requeridas como reducirla, con el consecuente impacto en términos de la cantidad y calidad del empleo demandado. En consecuencia, la demanda de empleo de la sociedad de la información se convierte en un elemento clave de la política pública: promover la complejización de las TIC entre las empresas contribuye simultáneamente a incrementar los niveles de productividad privada y mejorar el nivel de ingreso de los trabajadores. Sin embargo, esto no se da de manera automática ni es igual para todos los tipos de herramientas vinculadas a las TIC implementadas. Por el contrario, será preciso impulsar procesos innovadores donde las TIC sean un elemento central de un proceso dinámico de complejidad tecnológica y organizacional, donde las mejoras en la productividad están dadas por la realización de inversiones complementarias en tecnología y conocimiento.


Luego de leer el texto responder las siguientes preguntas
1.     ¿Qué sucede con los puestos de trabajo cuando las TIC utilizadas por las empresas son de alta complejidad?
2.     A qué hace referencia la siguiente afirmación:” la demanda de trabajo se complejiza en términos de capacidades y el nivel de calificaciones es un blanco móvil”
3.     ¿Quiénes se encuentran en ventaja y en desventaja con respecto a la demanda de trabajo? ¿Qué políticas públicas se deberían implementar en relación a las TIC para eliminar la brecha?
4.     A partir de la imagen ¿qué aspectos positivos y cuáles negativos pueden extraerse de esta situación en términos del trabajador de la sociedad de la información?
5.     ¿Cuáles son los conocimientos básicos que son demandados por las empresas a momento de la selección de personal?
6.     ¿Cómo modifican las relaciones entre el empleado y el empleador la incorporación de las TIC? ¿a qué hace referencia la centralización de las decisiones y los procesos de monitoreo y supervisión?